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Sueño de invierno

Sueño de invierno buena

Público recomendado: Jóvenes

“Sueño de invierno” ha ganado en 2014 la Palma de Oro del Festival de Cannes y va a representar a su país en los Óscar. Tal vez, eso solo bastaría para justificar su interés.

 

 

El director, Nuri Beilge Ceylan (Estambul, 1959), ya ganó en dos ocasiones el Gran Premio al mejor director: en 2002 por “Uzak” y en 2011 por “Érase una vez en Anatolia”. Con siete largometrajes en su filmografía, Ceylan es un director interesantísimo que parte de la realidad turca contemporánea –Anatolia, la gran meseta alejada de los exotismo de Estambul – para adentrarse en los conflictos más profundos y más universales del ser humano.

La película narra la historia de Aydin (Haluk Bilginer), que regenta un hotel de montaña en Capadocia, publica una columna en el periódico local, está escribiendo una Historia del teatro turco y manda como un pequeño cacique sobre la vida de sus vecinos. Su matrimonio con la joven Nihal (Melisa Sözen) es un fracaso y muchos lo odian. Un pequeño incidente con el pequeño Ilias (Emirhan Doruktutan) sirve como punto de partida de un argumento que va desarrollando los distintos dramas personales –el fracaso, la decepción, la soberbia, el desprecio- que padecen los personajes.

La fotografía es fabulosa. Ceylan se recrea y dota de cierto poder simbólico al paisaje de Capadocia en invierno con sus piedras torturadas cubiertas de nieve, sus caballos al galope, sus arroyos. A veces, el silencio que rodea a los personajes es más elocuente que cualquiera de sus diálogos que, tal vez, pecan de falta de naturalidad, a veces, pero nunca de frivolidad.

Por supuesto, la película permite una lectura más social –las diferencias socioeconómicas, el drama de los desahucios, la precariedad, las desigualdades en suma- pero también tiene un nivel más humano y existencialista que sitúa al espectador ante la necesidad de recuperar categorías esenciales de la convivencia como el respeto, la justicia, la compasión o la ternura. La tragedia de Aydin, incapaz de aproximarse al dolor de los demás para evitar el sufrimiento propio, describe y universaliza el problema de la deshumanización de nuestras formas de vida tanto en las grandes ciudades –anónimas, solitarias pero abarrotadas de gente- como en el campo, donde la relación entre vecinos amenaza con convertirse en un infierno de falsedad e hipocresía.

La verdad es que “Sueño de invierno” es un gran película que no le dejará indiferente. Dura tres horas y cuarto. No es divertida, ni graciosa. No tiene “acción” pero, sin duda, tiene dramatismo y tensión. A su modo, es entretenida. No da muchas respuestas, pero formula preguntas esenciales con un lenguaje cinematográfico que transforma la luz y el silencio en dos formas de expresión originales.

No dejen de verla.

Ricardo Ruiz de la Serna

 

Ficha técnica:

Kis uykusu

Turquía, 2014

Dirección: Nuri Beilge Ceylan

Interpretación: Haruk Bilginer, Melisa Sözen, Emirhan Doruktutan

Duración: 195 min.

Género: Drama

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