Venganza 3 
Público recomendado: Jóvenes
Retorna nuevamente la Venganza de Olivier Megaton (Hitman, Transporter 3) y con él el resto de actores de la saga para hacer su tercera parte con el estilo efectista del director francés y de la marca de su productor, Luc Besson, que aceleran incluso la vorágine de acción, aún más desbocada que en títulos anteriores.
Para los buscadores de desenfrenos visuales, será una cita obligada volver a encontrarse con las aventuras del resolutivo Bryan Mills (Liam Neeson: La guerra de las galaxias, El caballero oscuro, Gangs of New York, Los misarables, Rob Roy, Love Actually, La lista de Schindler…), vuelto a encarnar por el actor norirlandés que con sus 62 años parece prometer una jubilación más que bizarra a los espectadores que cuiden el físico como él lo hace. Mills sigue, incluso, más en forma porque las circunstancias lo requieren, ya que su contendiente es esta vez la temible y sanguinaria mafia rusa, bastante recurrente en este tipo de propuestas por el juego brutal que da.
Dispuesto a cuidar más la relación con su hija Kim (Maggie Grace: Máxima seguridad, Crepúsculo), el aparente retiro del agente de cuerpos especiales se interrumpe brutalmente cuando descubre en su propia casa el cadáver de su ex mujer Lenore (Famke Janssen), al tiempo que irrumpe en ese momento la policía. Tras intentos fallidos de explicarse, Mills huye tras desembarazarse de varios agentes. A partir de ahí, la acción es mayormente el motor de esta historia, en la que participa el inspector Franck (Forest Whitaker: Repo man, El último rey de Escocia, El mayordomo, Verdades ocultas…), por primera vez en la saga.
Con la colaboración puntual de su cuadrilla, Bryan Mills se volcará en descubrir a los asesinos de su esposa y contactar con su hija, la cual está convencida de la inocencia de su padre, frente a las dudas del marido actual de la difunta, Stuart (Dougray Scott: El amigo americano, Enigma, Misión imposible II…).
La apuesta de Megaton por el ritmo acelerado es marca de la factoría Besson, también guionista, y cristaliza en un montaje vertiginoso que impide, en ocasiones, conocer quién o quiénes de los protagonistas están implicados en las distintas peripecias en pantalla. Con todo, se aprecia el oficio efectista de ambos a la hora de rodar profusamente desde distintos ángulos para aportar al espectador las mayores dosis de adrenalina (el choque del deportivo de Mills contra un avión para impedir el secuestro de su hija es notable y se advierte con toda claridad).
La apuesta buscada por esa vía desequilibra otros planteamientos sobre los personajes, previsibles en su desarrollo porque heredan tipologías anteriores, mientras que el preparado para Whitaker, en la piel del inspector Franck, no deja de ser un leve reflejo de algunos de otros filmes que inciden en la perspicacia policial más allá de la fuerza: darle más protagonismo y entidad hubiera sido un buen colofón para esta saga.
Aunque hablar de cierre es mucho decir, puesto que un anuncio final del demoledor Mills nos indica que puede volver una nueva entrega que, imaginamos, no diferirá de las anteriores en medios y orquestación, aunque puede que pierda el exotismo meridional de las dos primeras, rodadas en Oriente, como le ha ocurrido a esta última que visita nuestras pantallas.
En suma, un filme de acción, acción, acción que gustará a quienes elijan estos tres platos a la hora de acercarse a la taquilla. Quien quiera otra variedad, que se abstenga.
Enrique Chuvieco
Ficha técnica:
Título original: Taken 3. País: Francia. Año: 2015.
Dirección: Olivier Megaton.
Interpretación: Liam Neeson (Bryan Mills), Maggie Grace (Kim), Famke Janssen (Lenore), Forest Whitaker (Franck), Dougray Scott (Stuart).
Duración: 109 min.
Género: Acción, thriller.