Crítica:
Público recomendado: Adultos S
13 minutos para matar a Hitler (Elser) es una película alemana que cuenta la historia real de Georg Elser, el hombre que intentó matar a Hitler con una bomba y que falló por un margen de 13 minutos.
La película consiste en la reproducción de la vida de Elser, con el recorrido que le lleva a realizar el atentado. Paralelamente al transcurso de esta historia vemos el proceso de tortura e interrogatorio que sufrió por los alemanes.
La película cuenta la historia de un hombre perdido en una sociedad desubicada. La Alemania del III Reich se presenta como un rebaño unidireccional sometido a una presión inhumana y sostenido por la debilidad y el borreguismo humanos. En medio de este páramo, un hombre, con mayor libertad, se enfrenta al sistema.
La película cuenta, con la crudeza de los hechos reales, cómo el atentado no solo resultó fallido, sino que además se cobró vidas inocentes. Todo porque un hombre se tomó la justicia por su mano y decidió lo que debía hacer, arriesgándose ante el destino. En este sentido, la película no es caricaturesca: muestra con seriedad los acontecimientos que rodearon a este intento de heroicidad. Elser, de hecho, no es presentado como un héroe prototípico: es presentado con virtudes y debilidades. Es un hombre que rompe los esquemas de la sociedad que le rodea, y es presentado con toda su humanidad en bandeja.
No se pierde en romances o amistades hollywoodienses: la historia es guiada con mano serena y firme.
Es interesante ver cómo los miembros de la sociedad nazi pueden llegar a verse provocados ante la presencia de este ciudadano borderlineque escapa de los esquemas convencionales, atreviéndose a proferir contra Hitler y contra la opresión estandarizada.
La película cuenta con una fotografía interesante, llegando a incurrir en el campo experimental de forma discreta y con pulso diestro. Incluye escenas muy duras, que pueden llegar a resultar desagradables. Por otro lado, incluye escenas silenciosas y de gran carga espiritual: el personaje de Elser se confía a Dios en su misión y ante las circunstancias que debe vivir en numerosas ocasiones. La presencia de un componente divino embarga al personaje y a toda la película.
En general, Elser resulta un retrato interesante, una historia compleja y ambigua, sobre un hombre que cometió errores y aciertos, que no es santo ni villano, y que casi contribuyó de forma decisiva en la historia del mundo.
Elser es un gran retrato, bello e interesante. Agradable para quien no es impaciente y para quien quiere descubrir una curiosa historia verdadera. Pero no resulta un relato cautivador, ni muestra un hito provocador para la vida. En cualquier caso, muestra a un hombre que testimonia un particular seguimiento de la libertad dentro de una sociedad desestructurada espiritualmente, pero que no necesariamente se distingue por haber seguido el más adecuado de los caminos.