En el seno de MultiArt, un evento organizado por distintas instituciones de la Iglesia en Barcelona, se despliegan 55 actos entre los que hay dos exposiciones sobre arte y fe,tres conciertos de música evangelizadora, 5 conferencias-testimonio sobre la vivencia de la fe en distintos ámbitos como la ciencia, la filosofía, el arte, la comunicación o la política y 22 películas de las cuales 12 serán pre-estrenos.
En plena crisis del cine comercial, el cine espiritual sigue abriéndose paso tras el cierre de muchas salas cinematográficas, la desaparición de importantes distribuidoras y la concentración del mercado en monopolios internacionales. Lo cierto es que la selección que se presenta este año está marcada por la calidad y la novedad. Y que, inesperadamente,cuanto más fuerte es la crisis de públicos más interesante es este cine espiritual, al que cada vez le cuesta más llegar a las pantallas.
La sesión inaugural presenta una película basada en hechos reales sobre la Iglesia de las periferias. Como dijo el papa Francisco el día 26 de mayo, tras su beatificación, del protagonista de esta cinta: “Don Puglisi fue un sacerdote ejemplar, dedicado especialmente a la pastoral juvenil Educando a los jóvenes según el Evangelio les ayudó a salir del infierno, por lo que éste trató de derrotarlo y lo mató. Pero, en realidad, él ha vencido con la ayuda Cristo resucitado”. “Pienso – añadió como denuncia y oración- en tantos sufrimientos de hombres y mujeres, incluso de niños, que son explotados por las mafias, que les obligan a hacer trabajos que los convierten en esclavos, como la prostitución, siempre sometidos a fuertes presiones sociales. Detrás de estas explotaciones, de estas esclavitudes, están las mafias, pero roguemos al Señor para que se conviertan los corazones de estas personas. No pueden seguir haciendo esto, no pueden tratar a nuestros hermanos como esclavos. Oremos para que estos mafiosos se conviertan a Dios. “”Damos gracias a Dios – dijo recuperando el texto escrito sobre Don Puglisi – por su valiente testimonio que hemos de conservar como ejemplo”
La adaptación de su vida, su obra y su muerte fue un éxito en las pantallas italianas aunque no ha llegado a ser estrenada entre nosotros. Lleno de fuerza narrativa, con una estupenda interpretación de Luca Zingaretti como D. Pino, se nos presenta una iglesia comprometida con los más pobres sometidos a la explotación violenta de la mafia. Resalta bien la situación de un barrio de Palermo, donde los mafiosos controlan la vida y la muerte de sus habitantes que son tratados como perros, según la secuencia inicial.
D. Pino es un soñador del Evangelio que piensa en plantar escuelas en los vertederos y de convertir a los chicos de la calle en ciudadanos críticos que puedan ir con la cabeza alta por la vida. La presencia de una comunidad de religiosas y de Gregorio, un diácono, animar la creación de un centro de acogida de chicos que se convierte en una luz de esperanza para el barrio.
En los años de máxima crueldad de la mafia con el asesinato de jueces como Giovanni Falcone y Paolo Borselino también la iglesia que se pone del lado de la paz sufre las consecuencias. Y D. Pino fue un ejemplo de entrega generosa y disponibilidad a dar la vida.
La seguirá una importante programación con películas como “Su Re” de Giovanni Columbu,“Una familia de Tokio”, reciente ganadora de la SEMINCI, de Yôji Yamada o “Walesa, un hombre se esperanza” de Andrzej Wajda.
Para ver una presentación de las películas:
http://youtu.be/Ly8QRplEVSc
Pantalla 90 es la revista digital del Departamento de Cine de la Comisión Episcopal de Medios de la Conferencia Episcopal Española. Sus orígenes se remontan a enero de 1990, cuando la revista en papel Pequeña Pantalla se fusiona con Cine 89 por razones económicas y nace una nueva que pasa a llamarse Pantalla 90, que fundó Rafaela Rodríguez Raso. Sus primeros críticos de cine fueron Pascual Cebollada, Eduardo Gil de Muro, José María Caparrós y Adolfo Blanco, a los que se añadieron Mary G. Santa Eulalia, Norberto Alcover y Gaspar Castaño.