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Banda Sonora Original: Los Miserables

BSO Los miserables  

Basada en la novela homónima escrita por Victor Hugo en 1862, la historia se sitúa en el París de las revueltas entre 1815 y 1832. Han sido muchas sus adaptaciones cinematográficas, pero el éxito del musical Los miserables ha trascendido sobre todas ellas, incluso superando al libro. A modo de presentación, digamos que todo comienza con el musical pop en francés compuesto por Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg, que se estrena en París en 1980. Cinco años más tarde, en 1985, se traslada a Londres con una versión revisada y traducida al inglés por Herbert Kretzmer.

Será en 1987 cuando cruce el Atlántico para su estreno en Nueva York convirtiéndose en un fenómeno de masas. Esta adaptación realizada por el equipo de Cats Trevor Nunn y John Caird, se convertirá desde entonces en un éxito que algunos críticos han puesto a la altura de musicales históricos como Tommy, Jesucristo Superstar o Evita. Y con los datos en la mano, esto es rigurosamente cierto. Sólo como muestra, ha sido vista por más de 60 millones de personas en 42 países y el musical de Broadway se cerró en 2003 con más de 6.000 representaciones. Con este número es la cuarta en la historia tras Chicago, la mencionada Cats y El fantasma de la ópera.

Partiendo de una fuente literaria de tanta relevancia no es extraño que tanto el libreto —a pesar de todos sus cambios y adaptaciones— como la música de Schönberg alcancen un grado de calidad tan alta. Pero la incógnita estaba en saber si lo que funciona en un musical sobre las tablas de un escenario podría funcionar en la gran pantalla. Y creo que lo consigue, a pesar de la dificultad de adaptar un formato de musical tan especial. Tan especial porque en Los miserables no hay, como en otros, un tema para cada escena de cada acto. Aquí tenemos una melodía, a modo de leitmotiv, que acompaña a la presentación y los momentos trascendentales de cada personaje.

En nuestros oídos quedarán las maravillosas “At The End Of The Day” o “Bring Him Home” de Jean Valjean y la esforzada interpretación por parte de Hugh Jackman que ha merecido una nominación a los Oscar. Más tarde llegará el momento de su antagonista, Javert, con “Stars”. Un poco devaluada musicalmente por las menores dotes vocales de Russell Crowe, pero con una puesta en escena más que notable. También recordaremos la preciosa “Castle on a Cloud”, presentación de la pequeña Cossette, que crecerá con Amanda Seyfried y su estupenda voz en “In My Life / A Heart Full Of Love”. Sentiremos después la desesperación de Éponine (Samantha Barks) en “On My Own” y nos alzaremos con los rebeldes parisinos y Marius (Eddie Redmayne) en “ABC Cafe / Red And Black”.

Pero, sin lugar a dudas, el momento más conmovedor llega con “I Dreamed A Dream”. Anne Hathaway compone maravillosamente el rostro y sentimientos de Fantine en una secuencia que, por sí sola, merece la entrada pagada. Algo más de cuatro minutos emocionantes como pocos de la mano de la que, posiblemente sea la mejor canción del musical y de la película.

Acierta Tom Hooper con un rodaje tan centrado en cada personaje y sus circunstancias, un poco más cercano a la ópera que al musical más tradicional. De ahí esos planos tan cerrados —exceptuando la espectacularidad del comienzo y el final— que nos transmiten tantas emociones. También es donde más se aprecian las carencias musicales de los protagonistas, cuyas voces se han grabado mientras actuaban. Estas taras se podrían haber evitado en gran medida con arreglos de estudio, pero las interpretaciones de los actores se hacen más creíbles de esta manera. Incluso en una de las pocas secuencias que contiene coreografía: “Master Of The House”. La menor factura vocal de Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter en sus papeles de los mesoneros Thénardier se suple con su eficacia ante la cámara.

Sólo dos apuntes más acerca de la música de Claude-Michel Schönberg. Según avanza el musical, se aprecia cómo el compositor entrelaza todas estas melodías entre diferentes personajes. Esto hace que se produzca un diálogo sonoro muy interesante entre las voces. El punto culminante de dicho efecto se convierte en “One day more”, en la que se luce todo el cast de Los miserables. Digamos aquí que la única parte musical compuesta exclusivamente para la película la encontramos en “Suddenly”. Una canción de transición, pero que ha sido nominada en la categoría de Mejor canción original en los Globos de Oro, y muy probablemente lo será en los Oscar.

Posiblemente no sea el mejor musical del mundo, pero abandonando toda objetividad sólo puedo recordar que fue mi primer musical allá por 1993. Me conquistó en aquellos años de estudio en los que disfrutaba yendo con la partitura a los conciertos. Aunque detrás vengan musicales mejores, para mí —todavía— no hay ninguno más allá de Los miserables.

Francisco Arellano Codesido

 

Ficha técnica:

(Les Miserables, Reino Unido, 2012)

Compositor: Claude-Michel Schönberg

Sello: Universal Republic

Duración: 94 min.

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