Si hace poco podíamos escuchar el buen trabajo de Alan Silvestri para Los Vengadores, la música de James Horner para esta nueva entrega del “trepamuros” está entre las mejores composiciones que se han realizado hasta ahora para películas de superhéroes, comparable al Thor de Patrick Doyle (aunque de una calidad inferior) y a los trabajos de Hans Zimmer para las dos cintas de Batman. Y, probablemente, sea la mejor de las partituras compuestas para una película de Spider-Man.
Todo ello a pesar de que a mucha gente le sorprendió la elección del compositor de Los Ángeles para esta cinta. Algo que entra dentro de lo que ha supuesto una ruptura total con la trilogía precedente (ya han quedado atrás Danny Elfman y Christopher Young). No sólo por el cambio de protagonista y compositor, sino por la propia concepción de este reboot que corre a cargo de Marc Webb. Hablando del aspecto musical, podemos destacar como transición el corte “Main Title – Young Peter”, aunque sea la parte más influenciada por ese esquema tan repetitivo de James Horner. Ese tan debatido “parabarán”.
Como vimos en Los Vengadores y sus precedentes, se tiende en estos momentos hacia música orquestal de corte más clásico al que se añaden en momentos puntuales apoyos electrónicos para reforzar de forma un poco más efectista los planos de acción. Pero lo que hace a esta tan especial es un uso maravilloso de los tiempos. Parece que cada secuencia en la película tiene su pasaje musical propio. Ese y no otro. Por encima de todos ellos sobresale el tema principal ya comentado en “Main Title – Young Peter”, pero cada parte de la partitura está al servicio de una necesaria homogeneidad.
Otro punto a su favor es la elección instrumental. Hay un vicio actual instalado en muchos compositores que tienden a utilizar la orquesta completa en todo momento, no se sabe si para demostrar que son capaces de manejar todos esos registros, o porque pretenden así una mayor épica en sus composiciones, o incluso para tapar con sonido algunas carencias de creatividad musical. Podemos tomar como ejemplo “Secrets” para ver cómo Horner hace un uso adecuado de la orquesta desde la grandiosidad instrumental, hasta la sencillez más intimista, sin perder calidad ni emotividad.
Pero hablando de emociones, escuchando esta banda sonora me ha sorprendido como nunca el piano de Horner. Ya conocíamos su dominio del viento metal que vuelve a demostrar de nuevo aquí en “The Bridge”. Posiblemente el mejor corte de toda la obra. Pero el elemento diferenciador es, sin duda, la introducción de un elocuente y emocionante piano que reserva para los momentos más emotivos de la película como en “The Equation”. Junto a unas pinceladas vocales que enriquecen todavía un poco más la composición (“Becoming Spider-Man”).
Es verdad que Horner ya no tiene la influencia que tenía en los 90 y que mucha gente (no sin algo de razón) le ha tachado de repetitivo y poco original en sus composiciones. Sin embargo, realiza aquí un magnífico trabajo gracias a un dominio absoluto de la instrumentación, el ritmo, los tiempos y una música cautivadora por momentos. No tiene cinco estrellas porque no es una música que se disfrute demasiado escuchándola fuera de la película. Aunque tiene pasajes realmente emocionantes, frescos y llenos de energía.
Francisco Arellano
Ficha técnica:
The Amazing Spider-Man
( EE.UU., 2012)
Compositor: James Horner
Sello: Sony Classical
Duración: 52,30 min.