Crítica
Público recomendado: +10
Las comedias de situación no se caracterizan precisamente por la profundidad de sus tramas, pero Country Comfort debe ser la excepción que confirma la regla, pues combina sabiamente y, hasta cierto punto, el buen humor con temas de cierta riqueza antropológica sobre el sentido de la vida y la relación que se establece entre los hombres y la creencia en un ser superior sin ningún tipo de complejos.
El argumento suena a una especie de Sonrisas y Lágrimas en versión country en la que una “fracasada” cantante se convierte de la noche a la mañana en la niñera de una familia numerosa (cinco hijos), ya que el padre de estos chicos es viudo y no puede hacerse cargo de ellos las 24 horas del día.
El creador de esta serie de Netflix ha sido Caryn Lucas, constando de 10 episodios de media hora de duración aproximadamente. Los padres y abuelos que puedan pensar que este producto televisivo es burdo e inane como Los Thunderman o Henry Danger, pueden estar tranquilos, puesto que es una serie familiar en la que los adultos y niños pueden encontrarse a gusto porque los guionistas tratan los temas con la elegancia necesaria para que el humor se entienda por los padres en un sentido distinto al de los hijos, sin renunciar a tratar los temas en profundidad, todo ello aderezado con canciones marchosas o reflexivas cuando la situación lo requiere.
Esta serie es muy humana. En uno de esos episodios observamos como, cuando todos se dirigen a la Iglesia el domingo, una de las hijas se niega a entrar mostrando el enfado que siente por haber perdido a su madre tan pronto. Esta mujer, interpretada por la cantante de country, Katherina McPhee, charla con ella para que para que poco a poco vaya recuperando la fe. En un segundo plano, esta sufrida y avispada niña le recordará a su padre la importancia de saber esperar al matrimonio antes de tener relaciones íntimas para poder ser coherente con su cristianismo
Por otra parte, no nos debemos perder el interesante episodio relacionado con una boda que nos sugiere la necesidad de un discernimiento vocacional para saber si te casas por amor o por ocupar una buena situación social y esta frase de la canción cantada por la protagonista (Katharine McPhee) en cuestión es muy significativa: “¿Me concederás este baile durante el resto de mi vida?”
Finalmente, el valor de la acogida con sus luces y sus sombras queda mostrado porque, de algún modo, esta familia numerosa acoge a la peculiar niñera y la integra como si fuera una persona más. Ella es una persona insegura, que va madurando y evolucionando hasta formar parte de ella y esta canción interpretada por la citada solista nos ofrece las claves de su vida y como Dios interviene en la dificultades del día a día: “Cada sueño perdido me llevó adonde estabas. Los que me rompieron el corazón, eran como estrellas del Norte, señalándome el camino a tus amados brazos. Sé que esto es cierto: Dios bendijo el camino con baches que me llevó directo a ti.”
Víctor Alvarado es Maestro de Educación Primaria e Infantil y Licenciado en Psicopedagogía. Máster en Publicidad. Suficiencia Investigadora de doctorado de Psicología del Deporte. Estudios de Teología en el Instituto San Pablo. Cursos de radio y televisión en la Universidad Pontificia de Salamanca. Tiene una larga experiencia en educación. Dirige el programa de radio, Directo a las Estrellas, en Intereconomía (Castilla y León) y Radio Ya. Ha colaborado en Radio Inter y Esradio. Crítico de cine en Pantalla 90, Diario Ya y Páginas Digital. Es miembro del CEC.
Esta es su web: www.cineylibertad.com y, lleva más cerca de 10 años como bloguero de Cope, donde analiza el cine, los cómics y los libros desde una óptica antropológica y axiológica, atendiendo a todas las dimensiones del ser humano.