Crítica
Público recomendado: +16
En este medio de comunicación no es la primera vez que recomendamos una serie de espionaje, pues ya hemos hablado de otras como La chica del tambor (una adaptación de la novela de John le Carré), basada en hechos reales, así como Mrs. Wilson y al igual que la producción en cuestión titulada: El espía.
Esta miniserie francesa de seis episodios de 50 minutos de duración, que se emite en Netflix, ha sido creada por Gideon Raff y se basa en el libro: El espía que vino de Israel de Uri Dan y Yeshayahu Ben Porat. El ritmo de este producto televisivo es el adecuado, en el que se dosifica sabiamente la información para mantener la intriga hasta el final. Las escenas de acción son las justas y necesarias porque se trata de que este agente del Mossad pase desapercibido junto a los diálogos que son ágiles, fluidos y en ciertas ocasiones simpáticos, en la que hay momentos para conversaciones más profundas, que están muy logradas. El equipo de producción no busca grandes juegos de artificio como los de James Bond, pero logran mantener en tensión para que nos metamos en el pellejo del protagonista y comprendamos sus miedos; sus angustias; sus aspiraciones y los dilemas morales a los que se enfrenta una persona de principios cuando se trata de defender a su patria. Las tramas de espionaje no son fantasiosas, sino que parecen verosímiles.
El actor, Sasha Baron Cohen, recordado por sus bromas pesadas a grandes grupos de rock en sus conciertos por sorpresa y por su vínculo con las películas de humor, deja a su lado su vis cómica para ser la estrella indiscutible de un drama en toda regla, lo que resulta chocante en los primeros minutos hasta que te acostumbras a un nuevo registro, lo que ha servido para ser nominado al Globo de Oro por su actuación.
Eli Cohen fue uno de los mejores agentes de los servicios secretos del Mossad en la vida real, pues esta serie nos cuenta como este señor se hizo pasar por un hombre de negocios sirio para desmantelar los perversos planes de Siria para hacerse con el control del Estado de Israel quitándoles las fuentes de agua. Sin embargo, se deja en mal lugar no sin razón al formador de espías y jefe de operaciones porque demuestra gran frialdad cada vez que un espía de su país se juega la vida. No obstante, este último detalle no coincide exactamente con la realidad porque Israel valora mucho su capital humano.
La historia de amor entre Nadia, interpretada por Hadar Ratzon, y Eli es muy bonita, pues a pesar de la distancia, intentan mantener la llama del amor viva, al esconder notitas en lugares insospechados que descubren de manera inesperada o tomando el mismo desayuno para estar conectados mentalmente de alguna manera haciendo honor a la frase de una sola carne. La película está abierta a la trascendencia, ya que el rabino de Damasco hace las veces del sacerdote católico como apoyo moral en un momento difícil con referencias a Yaveh en la tierra en un momento de dificultad.
Víctor Alvarado es Maestro de Educación Primaria e Infantil y Licenciado en Psicopedagogía. Máster en Publicidad. Suficiencia Investigadora de doctorado de Psicología del Deporte. Estudios de Teología en el Instituto San Pablo. Cursos de radio y televisión en la Universidad Pontificia de Salamanca. Tiene una larga experiencia en educación. Dirige el programa de radio, Directo a las Estrellas, en Intereconomía (Castilla y León) y Radio Ya. Ha colaborado en Radio Inter y Esradio. Crítico de cine en Pantalla 90, Diario Ya y Páginas Digital. Es miembro del CEC.
Esta es su web: www.cineylibertad.com y, lleva más cerca de 10 años como bloguero de Cope, donde analiza el cine, los cómics y los libros desde una óptica antropológica y axiológica, atendiendo a todas las dimensiones del ser humano.