Crítica
Público recomendado: +18
Hay series que, de buenas a primeras, entran como un elefante en una cacharrería y se ponen de moda. Todos los amantes de las series parece que tienen la obligación de verlas a toda costa. Tengo la impresión de que el que no ve este tipo de producciones parece que se queda fuera de cualquier tema de conversación. Eso es lo que parece que está pasando con este potente producto televisivo que les presentamos.
En esta ocasión, vamos a analizar la segunda temporada de La casa de papel, creada por Alex Pina. Esta serie gira en torno a un grupo de ladrones que se proponen el reto, casi imposible, de intentar robar el Banco de España, siguiendo las instrucciones de un superdotado que responde al nombre de El profesor.
Esta producción bebe de las fuentes del cómic, creado por Alan Moore y David Lloyd, titulado V de Vendetta con mensaje anarquista, que tuvo una adaptación cinematográfica, protagonizada por Natalie Portman y Hugo Weaving en la que se justificaba el terrorismo, aunque con alguna variante, como la máscara del protagonista de la novela gráfica que ha sido modificada para parecerse más bien ahora a la del pintor Salvador Dalí.
La producción tiene el atractivo de contar un elenco de actores de gran talento y versatilidad, así como ofrecer una historia cargada de adrenalina, donde nunca dejan de abrirse y cerrarse tramas. Se percibe un guión muy trabajado, que no deja cabos sueltos. Este es, bajo mi punto de vista, el elemento más acertado. En mi modesta opinión, esta segunda temporada de 8 episodios, partiendo de la base de que yo solo he visto ésta, me parece excesivamente valorada, ya que no desarrollan en profundidad a los personajes. No obstante, si es verdad, que sus intervenciones, apuntan el modo en que estas personas entienden la vida.
De entre los miembros de la banda llama la atención, el que uno de los personajes por su educación y cultura cristiana ortodoxa en una escena se encuentra asustado y le remuerde la conciencia por el delito que va a cometer justo en el momento en el que dirige la mirada a un icono oriental en el que aparece Jesús. Por otra parte, algunos de los personajes en una de los mejores diálogos de la película, mantienen una conversación interesante de lo que ha supuesto en sus vidas el nacimiento de un hijo, pues para ellos les ha cambiado todo, ya que quien tiene descendencia, deja de centrarse en sí mismo para volcarse en el otro.
En contraposición con lo positivo, si la idea era denunciar las malas artes de las cloacas del estado podemos aceptar que haya polis buenos y malos, pero creo que la intención no era esa, sino de desprestigiar a las Fuerzas y Cuerpos del Estado, mostrándolos como seres ineptos, corruptos, crueles, partidarios del terrorismo de estado y torturadores, legitimando los ataques de los delincuentes contra las instituciones del estado. Sus protagonistas abanderan todas las causas políticamente correctas: el ecologismo extremista, los movimientos antisistema, el feminismo radical y el apoyo incondicional y sin fisuras a la ideología LGTBI.
Víctor Alvarado es Maestro de Educación Primaria e Infantil y Licenciado en Psicopedagogía. Máster en Publicidad. Suficiencia Investigadora de doctorado de Psicología del Deporte. Estudios de Teología en el Instituto San Pablo. Cursos de radio y televisión en la Universidad Pontificia de Salamanca. Tiene una larga experiencia en educación. Dirige el programa de radio, Directo a las Estrellas, en Intereconomía (Castilla y León) y Radio Ya. Ha colaborado en Radio Inter y Esradio. Crítico de cine en Pantalla 90, Diario Ya y Páginas Digital. Es miembro del CEC.
Esta es su web: www.cineylibertad.com y, lleva más cerca de 10 años como bloguero de Cope, donde analiza el cine, los cómics y los libros desde una óptica antropológica y axiológica, atendiendo a todas las dimensiones del ser humano.