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La unidad: Operación Kabul

Crítica

Público recomendado:+ 14

La plataforma de Movistar está sacando una serie de televisión con notable éxito, en la que un grupo de élite de la Policía Nacional (G.E.O.) se encarga de una misión de alto riesgo en cada una de las temporadas.

La tercera temporada de la miniserie en cuestión se titula: La unidad: Operación Kabul. Ha sido creada por Daniel De la Torre y Alberto Marini que nos ofrecen un thriller de intriga con un toque de cierta ternura. Este grupo de élite deberá salvar a una serie de afganos, que colaboraron con los aliados hasta la llegada de los talibanes, tras la precipitada salida de las tropas estadounidenses por una mala decisión del gobierno de Joe Biden implicado, por otra parte, en turbios negocios en Ucrania, mientras uno de ellos se encuentra escondido en un pequeño poblado hasta que la situación se tranquilice y pueda encontrar su camino hacia la libertad.

Este producto televisivo de unos 40 minutos es bastante entretenido, en el que se opta por el buen gusto, ya que por raro que parezca en una serie española no incluye escenas de cama y refleja bien la acción, sin introducir hasta cierto punto escenas que puedan herir la sensibilidad del espectador.

Uno de los aspectos importantes a tratar en esta serie es que se dosifican muy bien las tramas de intriga y facilita la reflexión sobre la camaradería de un equipo de profesionales que, al jugarse la vida, se apoyan los unos a los otros como si fuesen una familia. El valor de la acogida está presente, estableciendo una bella y entrañable relación entre un chaval y un policía, cargada de complicidad, con lo que el toque humano está garantizado, así como el de la generosidad, de saber dejar volar a los hijos para que puedan encontrar un futuro mejor en un país con muchas limitaciones.

Finalmente, esta historia sirve en un segundo plano para denunciar el trato humillante que recibe la mujer en los países de mayoría islámica, pues se les consideran personas de segunda a diferencia de países como España, donde la igualdad real está más consolidada.

Víctor Alvarado

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