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Lina. La mujer espectacular

Crítica

Público recomendado: +16                                                                  

Si les digo el nombre de Angelines López Segovia, a lo mejor les suena a chino. Sin embargo, si hago referencia a su nombre artístico Lina, seguro que saben a quién me estoy refiriendo. El apellido Morgan fue un guiño al icónico pirata y a la saga de banqueros como diciendo que el dinero llama al dinero.

El caso es que Movistar Plus + estrena una serie documental de 3 episodios de 60 minutos de duración sobre la vida de esta célebre actriz, titulada Lina. La mujer espectacular, cuyo talento es equiparable a los más grandes del slapstick como el payaso español Marcelino, que protagonizó un cinta desparecida en Hollywood o los inolvidables del cine mudo Fatty Arbunckle, Charles Chaplin, Buster Keaton o Harold Lloyd, siendo una de las personas, con fama de tacaña, que más dinero ha ganado con su trabajo en España 2.700 millones de pesetas,  llegando a ser la primera mujer en tener un teatro propio, el de La Latina.

Este documental ha sido dirigido por Israel del Santo (autor del documental Los templarios, analizado en este medio), en la que se van contando paso a paso los momentos más importantes de su carrera, apuntando algunos temas sobre su vida privada, mientras personas del mundo de la cultura, la televisión y el cine van hablando de su trayectoria profesional y a la vez algunos actores intentan imitarla con resultados en su mayoría inferiores. Los que más se han acercado, fueron Pepe Viyuela y el actor de La hora chanante, Joaquín Reyes. Todas las opiniones en general son positivas, pero quizá las de Silvia Abril y María León nos parecen las más acertadas, así como su biógrafo Jesús García Orts entre otros. Bárbara Rey puede que sea la que más desentona, salvo en un momento determinado que da en el clavo por su sinceridad. Este producto televisivo está amenizado, nunca mejor dicho por los mejores números musicales y las payasadas más brillantes de Lina Morgan. Se trataba de una mujer que lograba la excelencia a la hora de hacer reír, pues incluso derribaba la cuarta pared con una gracia inigualable para conectar con el público o con el equipo de producción como se puede ver en sus intervenciones en la serie de televisión Hostal Royal Manzanares, en la que se pasaba más tiempo saludando que actuando. Como dato curioso, les podemos comentar que Mónica Pont, que participó en esa exitosa serie, todos los días se llevaba una cesta de comida (chorizo, salchichón o queso) por la cantidad de regalos que recibía Lina.

En contraposición con lo positivo, este producto televisivo escarba en la vida personal de esta mujer y hace referencia a su posible lesbianismo o bisexualidad a través de una supuesta experta en teoría de género que nada tiene de científico y además sus intuiciones parecen escasas de fundamento porque no se conoce a  ciencia cierta que  tuviera  ese tipo de relaciones.

Su trabajo era como una terapia para ella, tras la muerte de su querido padre y su hermano que era su mano derecha y que falleció por S.I.D.A. Esta mujer era tan dura para el dolor que su cáncer pasó desapercibido entre sus compañeros de reparto en las diferentes obras en las que participó. Esta mujer de clase media con apuros económicos en su infancia destacó  por su capacidad de trabajo, ya que era capaz de hacer 2 o 3 funciones diarias. Sus padres le transmitieron  miedo a los comunistas y para dejarla participar en una gira de un teatro infantil por toda España se aseguraron de que se iba a evitar los dormitorios mixtos sin mezclar a chicos y chicas, pues tan solo tenía 14 años. Da la impresión de que era una mujer de firmes convicciones. Tuvo un noviazgo muy inocente con Manolo Zarzo cuando era adolescente y conoció más adelante a un empresario del que estaba enamorada, pero no quiso seguir con la relación adelante porque no era partidaria de romper matrimonios, algo de lo que estaba realmente muy orgullosa. De hecho, la actriz en cuestión no se sentía cómoda en los ambientes de moral relajada propios de actores y directores. En definitiva, esta producción es una joya de la historia del siglo XX y principios del XXI.

Víctor Alvarado

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