A Roma con Amor 
Público recomendado: Todos
A Roma con amor es la 45 comedia de Woody Allen, el director neoyorkino más europeo, ambientada en una de las ciudades con más encanto del mundo. La película nos cuenta cuatro historias disparatadas de italianos y turistas, poco verosímiles y llenas de situaciones cómicas.
Es la primera vez que Woody Allen rueda en la ciudad eterna, cuna de la civilización, llena de arte y de historia, en un entorno tan maravilloso como el Trastevere y los lugares más emblemáticos de Roma. Además de todo esto, lo que le decidió fue el pequeño detalle de que una distribuidora reunió todo el dinero para financiarla. Sin embargo, no es la primera vez que graba en Italia, que ya rodó en Venecia varias escenas de “Todos dicen I love you” (1996). Se está convirtiendo en el mejor retratista de capitales europeas desde que en 2005 decidiera rodar en el viejo continente. Algunas de estas ciudades son Londres con “Match Point” (2005), París con “Midnight in Paris” (2011) y Barcelona con “Vicky Cristina Barcelona” (2008). En su próximo proyecto regresa a EEUU, en concreto a California, y se rumorea que para el 2013 quiere grabar en Dinamarca. ¿Para cuándo dejas Madrid, Woody?
El reparto vuelve a reunir a grandes glorias como Alec Baldwin, Judy Davis o él mismo, que se resiste a dejar la interpretación. Algunas sorpresas de buena interpretación son Penélope Cruz, que ya ganó el Oscar a la mejor actriz de reparto de la mano de Woody con “Vicky Cristina Barcelona” y el histriónico Roberto Benigni, que nos conmocionó a todos con la película “La vida es bella” (1997). Además cuenta con jóvenes talentos como Jesse Eisenberg, el fundador y dueño de Facebook en “La red social” (2010) y Ellen Page, protagonista de la reveladora “Juno” (2007).
Alec Baldwin es un arquitecto lleno de añoranza y sabiduría de la vida, que por fin ha aprendido la lección. “Si te dejas seducir por tres frases ingeniosas de la amiga de tu novia, aquello acaba en desastre”. Los adolescentes se dejan llevar por la neurona alterada, y confunden la atracción fugaz con el amor verdadero, dispuestos a sacrificar su vida por un impulso irracional. La prostituta de lujo, Penélope Cruz lo hace bien, y no resulta tan tonta como parece (me refiero al personaje, obviamente). Su tono moral en cuanto a las relaciones sentimentales y el sexo es abierto y superficial, como nos tiene habituados. También habla con ligereza del amor conyugal, el lesbianismo y la infidelidad: “Más vale arrepentirse que quedarse con las ganas”. Allen no da lecciones de moral, pero sí de guiones y diálogos ágiles y cómicos.
Sus temas son los de siempre, los que maneja a la perfección: gags sobre la hipocondría y el pánico en los aviones, el miedo a la muerte, el arte, la música, los análisis freudianos, el comunismo frente al capitalismo, el absurdo del famoseo y la fugacidad de la fama, que sin embargo engancha. “Mi padre canta por placer, no por dinero. Bueno, el dinero da bastante placer”.
La técnica también es muy alleniana, con su narrativa clásica, donde mezcla las cuatro historias y en cada una sitúa una trama sentimental y otra profesional. Retoma un recurso muy típico suyo, donde los actores se salen del guión y hablan directamente a los espectadores. Repite también con la fotografía de las bellas vistas de la ciudad, los encuadres de interiores, museos, teatros y casas familiares. Mención especial merece la música, que imprime un ritmo ágil a toda la película, y en esta ocasión cambia su clásico jazz por el “Volare” y otras melodías típicamente italianas.
En resumen, una película del Woody Allen más clásico, divertido, ágil y neurótico, ésta vez a la romana, que no sólo no decepciona, sino que hace las delicias de todos los que le seguimos desde hace años.
María Luengo
Ficha Técnica:
(To Rome with Love, 2012)
Dirección y guión: Woody Allen
Interpretación: Woody Allen (Jerry), Alec Baldwin (John), Roberto Benigni (Leopoldo), Penélope Cruz (Anna), Judy Davis (Phyllis), Jesse Eisenberg (Jack), Greta Gerwig (Sally), Ellen Page (Monica)
Duración: 112 min
Género: Comedia romántica