Crítica
Público recomendado: Familiar
A todo tren. Destino Asturias es la nueva propuesta cinematográfica de Santiago Segura (Relatos de la medianoche, Evilio, Torrente 2, Torrente 4…), esta vez como director, actor y coguionista, donde algunas de sus hijas participan y un nutrido grupo de actores cómicos, como Leo Harlem, Luna Fulgencio, Florentino Fernández, Joaquín Reyes, David Guapo, Sirena Segura, Diego Arroba “El Cejas”, Alan Miranda, Eneko Otero, Paz Vega, Itziar Castro, Marta González de Vega, que conviven con varios niños en la marcha en tren a Asturias y que serán los pequeños los principales responsables de liar la parda en el viaje.
Con el guion de Segura y de Marta González de Vega, Ricardo (Santiago Segura) decide llevar a sus hijos a un campamento en Asturias en un tren nocturno. Algunos padres proponen que sea el propio Ricardo quien sea quien lleve a varios de sus hijos. Sin embargo, no cuentan con que en el último minuto le acompañará Felipe (Leo Harlem), abuelo de dos de los niños, un tipo extravagante e irresponsable, que, por confiarse y llevar la maleta de una joven hasta otro tren distinto del que tienen que coger Ricardo y Felipe para ir con los pequeños, ven como el de los niños partirá sin ambos adultos.
A partir de ahí, Ricardo y Felipe iniciarán una persecución por todos los medios para alcanzar el tren en el que salieron los niños solos, que, viéndose en la situación (aunque comunicados con Felipe y Ricardo por móvil) comenzarán un carrusel de travesuras en el tren que no tienen fin, pero que sí tiene como objetivo el sacar de sus casillas a uno de los revisores del convoy, al que da vida un neurótico y pasado de vueltas Florentino Fernández.
La dirección de Santiago Segura da rienda suelta a muchos de los gags en los que son protagonistas los pequeños, pues, son los verdaderos protagonistas del filme. Con este, Segura parece refrendar que quiere seguir haciendo películas para niños, como ya iniciara esta temática en sus exitosas cintas Padre no hay más que uno y, su secuela, Padre no hay más que uno 2.
En este sentido, es copernicano el cambio del director y actor madrileño, nacido en 1965, que parece haber sepultado los filmes casposos de la pentalogía de Torrente y ahora, como un padre ejemplar, se vuelca para hacer reír a los más pequeños y mayores e invita a algunos de sus hijos para que intervengan en sus películas.
Desconocemos si esta línea que ha tomado Segura durará mucho o poco, pero, en cualquier caso, sus últimos filmes son mucho más comprometidos con la educación de sus propios hijos y con la de ofrecer productos “blancos” para que muchos otros niños y jóvenes se suban al carro de sus últimas propuestas. Además, es una propuesta notable para que padres e hijos vayan juntos al cine.