Crítica:
Público recomendado: Infantil
Tercera aventura fílmica de los personajes creados por el compositor Ross Bagdasarian en 1958, y que ya habían protagonizado dos populares series televisivas. Esta vez, las traviesas, parlantes y cantoras ardillas macho Alvin (voz de Justin Long), Simon (voz de Gray Gubler) y Theodore (voz Jesse McCartney) realizan un crucero de lujo con su tutor Dave (Jason Lee) y las tres ardillas hembra Eleanor (voz de Amy Poehler), Jeanette (voz de Anna Faris) y Brittany (voz de Christina Applegate).
Todos ellos se dirigen a un concurso internacional de música. Pero, durante el trayecto, Alvin hace una trastada, y todos ellos y el pringado de Ian (David Cross) acaban en una remota isla, supuestamente desierta.
Esta secuela resulta más rutinaria que sus antecesoras, y carece de su frescura y ritmo. En parte, esto se debe a la menor implicación de Jason Lee, al que ya se le ve agotado de la saga. Y la trama en la isla, con la loca Daphne (Alyssa Milano) obsesionada con un mítico tesoro, resulta pesada y previsible. De todas formas, el tono es positivo, hay golpes de humor divertidos y se vuelve a criticar el individualismo egoísta y materialista. Además, Mike Mitchell (Sobreviviendo a la Navidad, Sky High. Una escuela de altos vuelos, Shrek, felices para siempre) maneja bien la integración de acción real y animaciones en 3D estereoscópico, y se luce en las coreografías de las simpáticas canciones. De modo que el filme gustará a los más pequeños.