Anna Karenina 
Público recomendado: Adultos
Numerosas han sido las adaptaciones cinematográficas de Anna Karenina, el clásico literario publicado por León Tolstoi en 1877 que narra el tormentoso y adúltero romance entre la dama que da título al libro y el conde Vronsky y que incluye una crítica a la alta sociedad rusa en la que se ambienta. Destacan especialmente las versiones de Anna Karenina protagonizadas por Greta Garbo (Clarence Brown, 1935), por Vivien Leigh (Julien Duvivier, 1948) y, más recientemente, la de Sophie Marceau (Bernad Rose, 1997).
Con la intención de desmarcarse de las que le han precedido e innovar el director Joe Wright (Orgullo y prejuicio, Hanna, Expiación. Más allá de la pasión…) se aleja del realismo en su estética -a excepción de contados pasajes exteriores- y ofrece una versión teatral y preciosista de la misma. Literalmente, Wright utiliza un antiguo teatro reformado –el escenario, las escaleras y andamios del mismo y el espacio de las butacas- para ambientar la mayor parte de la célebre tragedia rusa, carrera de caballos incluida. El diseño de producción de Sarah Greenwood y Katie Spencer merece su nominación en los recientes premios Oscars, pues resulta tan impecable como el oscarizado vestuario de Jacqueline Durran.
A nivel formal la película resulta interesante, ya que las escenas y los personajes transitan en función de los cambios de acción y las cámaras recogen todo este dinamismo. No obstante, la excesiva ostentación de este aspecto espacial y visual tan congestionado acaba por desorientar y desconectar a los espectadores del intenso drama que experimentan los personajes, no se percibe el desarrollo de los mismos que la obra original propone. Keira Kinghtley no destaca en el que podría haber sido un papel estelar y la anodina interpretación de Aaron Taylor-Johnson (Vronsky) no ayuda a justificar la incontenible pasión surgida entre ambos. Un casi irreconocible Jude Law es el único salvable en su papel de desdichado marido de Karenina. En general, el guionista Tom Stoppard realiza un estimable trabajo de síntesis de la extensa novela que incluye la mayoría de los puntos fundamentales de la misma, pero que carece de profundidad y de riqueza.
Ciertamente la Anna Karenina de Wright apuesta por la forma más que por el contenido, pero al tratarse de una historia tan célebre, realista y compleja como la escogida, la película rechina hasta el punto de resultar incongruente: una adaptación tan visualmente impresionante como superficial de una de las grandes obras de la literatura universal.
Larissa I. López
Ficha técnica:
(Anna Karenina, 2012)
Dirección: Joe Wright
Interpretación: Keira Knightley (Anna Karenina), Jude Law (Alexei Karenin), Aaron Taylor-Johnson (conde Vronsky), Kelly Macdonald (Dolly), Emily Watson (Condesa Ivanova), Matthew Mcfadyen (Oblonsky)
Duración: 130 min.
Género: Drama