Crítica
Público recomendado: +18
Anna (Nina Hoss) es una profesora de violín de un Conservatorio de Berlín, que acepta a un joven pupilo extranjero, Alexander, para prepararle para una importante audición. La relación es difícil tanto por la exigencia de la profesora como por el carácter retraído del alumno. La situación se complica cuando el hijo de Anna empieza a mostrar celos del recién llegado. A medida que Anna se centra más en Alexander, más se aleja de su familia.
La cinta, dirigida por Ina Waisse parte de una premisa interesante, sobre todo si se entiende como una metáfora de la situación de los inmigrantes en Alemania. Pero el desarrollo es demasiado implícito y sutil, y hace que la cinta se vuelva premiosa y lastrada, a pesar de la brillante interpretación de Nina Hoss, que obtuvo la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián.
La audición habla de inseguridades, de heridas mal curadas, y ofrece una mirada muy dura sobre el mundo de la enseñanza profesional de la música -recordemos Whiplast y otras cintas similares-. Con todas sus virtudes, la película no deja de tener un aire de dejá-vú, y ofrece esa atmósfera enfermiza de tanto cine centroeuropeo que hace las delicias de los jurados de festivales. No es para el gran público.