Crítica
Público recomendado: +18
La única empresa capaz de competir en igualdad de condiciones con Disney a la hora de mostrar el universo de los superhéroes es, sin duda, la compañía Warner. Este transatlántico se hizo con todos los derechos del Universo DC y de éste han salido interesantes adaptaciones como la trilogía de El Caballero Oscuro de Christopher Nolan, protagonizada por Christian Bale o El Hombre de Acero en la que Henry Cavill se llevaba todo el protagonismo. El caso es que, mientras todos los críticos de cine se plantean si es mejor la interpretación del Joker por parte de Heath Ledger o por parte de Joaquin Phoenix, nadie pone en duda que la actriz Margot Robbie haya creado una insuperable versión de la novia del payaso asesino de la ciudad ficticia de Gotham. El personaje de Harley, la psiquiatra enamoradiza que pierde la cabeza por el Joker, fue creado en 1992 por Paul Dini y Bruce Timm, aunque tengo la impresión por el tipo de guión de la película, que hace referencia a la excelente etapa, gracias a la química del guionista Jimmy Palmiotti y la dibujante Amanda Corner, pues son pareja en la vida real.
El argumento gira en torno a Harley Quinn, que es una supervillana, que se aliará con unas empoderadas superheroínas (no podía faltar un guiño al feminismo radical en los tiempos que corren. Hay una escena muy significativa en la que una mujer policía honrada, pero con sus muchos defectos se enfrenta a toda una comisaría de polis corruptos, por supuesto, hombres todos ellos). Este grupo de “vengadoras” de DC responde al nombre de Aves de presa en el papel de superheroínas en esta película de “supercalifragilisticoespialidoso” (por largo) título.
Esta película se deduce que surgió como consecuencia del éxito de la producción Escuadrón Suicida en la que la actriz Margot Robbie se lució en el buen sentido del término, dando lugar a esta secuela en la que se cambia de equipo. Este es el segundo largometraje de la cineasta Cathy Yan, recordada por Dead Pig que bebe de parodiar al cine policiaco de los 70 y los 80, así como de copiar algunas ideas “tarantinianas” de 3 de sus películas como Érase una vez en…Hollywood, Kill Bill y Death proof, pero el resultado, a pesar de simpáticas escenas, es bastante inferior, convirtiéndose en un producto “palomitero” de ritmo irregular y humor negro, pero sin el brillo y la gracia del citado cómic porque una cosa es lo queda bien en una viñeta y la otra realizar una correcta adaptación a la gran pantalla. Para ello, se ha oscurecido la personalidad de las superheroínas y se ha blanqueado a la villana, algo muy habitual últimamente en Hollywood para intentar que conectemos con la mentalidad del mal. La histriónica actuación del actor Ewan McGregor saca de quicio y no llega al nivel de otras de sus interpretaciones en otras cintas.
En contraposición con lo negativo, la actriz Margot Robbie vuelve a mostrar todo su talento con un amplio registro interpretativo con un personaje que da mucho juego y esta mujer lo sabe aprovechar. Por último, este largometraje cuenta como un grupo de personas se hacen amigas; forman un equipo y estrechan sus lazos para proteger a una persona débil e indefensa como una niña. Por otra parte, muestra el modo en que algunas personas abandonan su lado oscuro porque hay límites que no están dispuestos a pasar.