Crítica:
Público recomendado: A partir de 13 años
Un veterano de la Guerra de Secesión Americana, preso de la melancolía y el desencanto, solicita que le envíen a un puesto fronterizo con un territorio sioux. Allí no tarda en entrar en contacto con los nativos que tienen entre sus mujeres a una blanca criada por ellos desde niña.
Clásico entre los clásicos del cine de los años 90 que ganó siete premios Oscar y que supuso una revisión del western desde un punto de vista postmoderno y que se basa en el concepto de “el nativo no es el malo”. O no al menos, todos los nativos. Desde esa premisa se construye un relato de hermanamiento y amistad nada naif ni con postulados new age, al contrario, ya que se centra en el proceso de sanación de un hombre gracias a la historia de amistad que entable con una comunidad, una comunidad, a su vez, hermanada con la Tierra.
VISIÓN DEL HOMBRE Y TRATAMIENTO DEL HECHO RELIGIOSO
Bellísimo relato de redención que nace desde la amistad y el respeto. Un canto a la vida y una crítica evidente a la crueldad que lleva consigo la conquista, al deseo de colonización e imperialismo y a la violencia como único acto mediante el cual hacerse oír.