Crítica:
Público recomendado: Todos
Con 53 años, Steven Seagal abordó este papel de letal mercenario que responde perfectamente al prototipo de personaje con que logró la fama. No tiene mayor interés cinematográfico. La defensa de la paz y la libertad habrían sido motivos más que loables para construir el trasfondo moral de la cinta, pero lo cierto es que el Cody lo hace todo por su propio interés, o sea, salir de la cárcel.