Borgman 
Público recomendado: Adultos
Decía Billy Wilder que cuando uno hace comedia, no se debe notar que se quiere ser gracioso. Creo que pasa lo mismo con todos los géneros, cuando uno hace una película de terror no debería notarse demasiado que nos quieren meter el miedo en el cuerpo, o que nos quiere hacer llorar o emocionarnos.
Esto también ocurre cuando una película quiere dejar claro que ante todo es un largometraje independiente, o una obra de Oscar, o un film insustancial, que a veces se nota demasiado cómo una película pretender ser recibida por el público y la crítica. Lo que una film es, puede que no coincida con sus intenciones y ahí es cuando se puede producir una fractura irreversible.
Borgman flirtea con esta fractura. Cuando una película se publicita con una frase como, quién es Borgman “un sueño, un demonio, una alegoría o ¿la encarnación real nuestros miedos?”, agárrense a los machos. Hay que estar muy seguro de uno mismo para presentar un largometraje con semejantes credenciales sobre todo si, una vez visto, la película empieza recordando a Funny Games de Mikael Haneke y termina convirtiéndose en un confuso y bastante aburrido batiburrillo de escenas malsanas y sórdidas. Llegados a este punto, la pregunta es obvia, ¿o soy yo el tonto y se me está escapando algo o me están tomando el pelo?
Borgman viene con buenas credenciales, fue premiada en el festival de Sitges y en general, las críticas han sido buenas. Además, detrás de la cámara está el director holandés Alex van Warmerdam, un consumado cineasta autor de películas como Los norteños o Abel, sin embargo, da la impresión de que Warmerdam se ha metido en camisa de once varas al abordar un terreno que no domina demasiado.
Camile Borgman es un inquietante personaje que es perseguido por tres hombres armados, uno de ellos, no por casualidad, un sacerdote (¿es Borgman la encarnación del mismísimo demonio?). En su huída Borgman llama a la puerta de una apacible familia burguesa que vive en una idílica zona residencial. El marido termina propinándole una paliza a Borgman pero su esposa, a espaldas de su esposo, cobijará al siniestro personaje en un cobertizo. A partir de este momento el misterioso Borgman parecerá ir adulterando la hasta entonces ideal existencia de este matrimonio y sus tres hijos.
Borgman podría interpretarse como una película interesante por la multitud de caminos a los que apunta y, sin duda, por las abultadas lecturas que puede provocar, pero también es invariablemente cierto que no hay nada concluyente. Es como si Warmerdam hubiera querido ofrecer al espectador un buen montón de apuntes para que fuera él quien completara el relato lo cual está muy bien si todas las direcciones a las que apunta la película, en su conjunto, tuvieran algún sentido.
De momento yo no recomendaría públicamente Borgman aunque si les garantizo que dentro de algún tiempo, le daré una segunda oportunidad.
Ramón Monedero
Ficha técnica:
Borgman
(Holanda, 2013)
Dirección: Alex van Warmerdam
Interpretación: Jan Bijvoet, Hadewych Minis, Jeroen Perceval, Tom Dewispelaere y Sara Hjort.
Duración: 113 min.
Distribuidora: Surtsey Films
Género: Thriller.