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Buscando a Nemo 3D

Buscando a Nemo 3D

Público recomendado: Todos 

En 2003, Pixar continuó su paseo triunfal por la cima de los dibujos animados digitales con Buscando a Nemo, Oscar de ese año al mejor largometraje de animación. Ahora, esa sensacional aventura acuática se estrena en una esmerada versión en 3D estereoscópico. Así, un par de generaciones de chavales podrán disfrutarla en pantalla grande y con una resolución espectacular. Y, además, todos los buenos aficionados al cine de animación la podrán degustar como jugoso aperitivo de su anunciada continuación, Buscando a Dory, prevista para 2015, y que también coescribe y dirige el bostoniano Andrew Stanton.

Conviene recordar que Stanton debutó como director con “Buscando a Nemo” tras ser codirector de “Bichos, una aventura en miniatura” y coguionista de esa película y de Toy Story (Juguetes), Toy Story 2 y Monstruos, SA. Después, se consagró como director y coguionista de “WALL-E. Batallón de limpieza” —Oscar 2008 al mejor largometraje de animación—, y fracasó como director y coguionista de la epopeya de acción real “John Carter”. En Buscando a Nemo, Stanton contó con la inestimable ayuda, como codirector, del cineasta de Cleveland Lee Unkrich, que por entonces ya había codirigido Toy Story 2 y Monstruos, S.A., y que después dirigió en solitario la magistral Toy Story 3, Oscar 2010 al mejor largometraje de animación. En la actualidad, Unkrich ultima el filme de Pixar sobre el Día de los Muertos, todavía sin título definitivo.

Como en todos los cortos y largometrajes de Pixar Animation, el primer atractivo de Buscando a Nemo es el guión, maravillosamente escrito y siempre sustancial en su constante cóctel de géneros. Narra las dramáticas aventuras de Marlin, un pez payaso más bien serio y prudente, cuya tranquila existencia cambia radicalmente cuando una barracuda se come a su esposa y 399 de los 400 huevos que estaba cuidando. Un tiempo después, Marlin educa como puede a Nemo, su valiente y travieso hijo único, que supera con fuerza de voluntad el defecto que padece en una de sus aletas. Entonces el destino cruel vuelve a golpear a Marlin, pues un buzo captura a Nemo, que termina en la pecera de un dentista de Sidney. Mientras Nemo planea su fuga con la ayuda de los colegas de pecera —a cuál más singular y divertido—, Marlin abandona su tranquilo banco de coral y se lanza al peligroso océano en busca de su hijo. Durante su alucinante odisea marina contará con la ayuda de Dory, una pez cariñosa y decidida, pero con graves problemas de memoria, pues se olvida totalmente de lo que ha pensado unos segundos antes.

Stanton y Unkrich desarrollaron ese espléndido material narrativo con un poderoso sentido de la progresión dramática. Después de la rotunda tragedia inicial —cercana en su planteamiento al arranque de “Bambi”—, el guión se torna más episódico; pero cada secuencia, sin dejar de tener entidad propia, enriquece de algún modo la preciosa exaltación de la paternidad, la filiación y la amistad que proponen las dos tramas paralelas de Marlin y Nemo. Todo ello, sin caídas de intensidad, y saltando con una facilidad sorprendente del drama a la comedia, y de ésta a la aventura trepidante o al terror más angustioso.

Ese humanismo, sencillo pero profundo y universal, se presenta otra vez con una calidad técnica y estética sobresaliente. En esta ocasión, los animadores de Pixar trabajaron mejor los fondos —más realistas— y reforzaron la gestualidad de los personajes, lo que les permitió la recreación eficaz de un mayor número de sentimientos, algunos de ellos muy sutiles. De este modo, resolvieron de un modo magistral el desafío de ambientar toda la acción bajo el mar. En este punto, Pixar volvió a sentar cátedra en cuanto a la recreación de texturas naturales, la iluminación de ambientes y el tratamiento del color. Ciertamente, le quedaba por resolver la animación realista de los personajes humanos, que aquí volvieron a desentonar un poco en comparación con el resto.

En uno de los carteles publicitarios originales de esta obra maestra se veía a un amenazante tiburón, magníficamente caricaturizado, y un lema a su lado con un texto similar al siguiente: “Bruce. Vegetariano. Acude a las terapias de Carnívoros Anónimos dos veces por semana”. Esta sencilla broma promocional sintetiza muy bien la sorprendente capacidad de Pixar Animation —reflejada sin duda en esta magnífica película—, para producir obras divertidas y profundas, que entusiasman a públicos de todas las edades.

Jerónimo José Martín

 

Ficha técnica:

Finding Nemo 3D

Dirección: Andrew Stanton. Co-dirección: Lee Unkrich. Doblaje original: Albert Brooks (Marlin), Ellen DeGeneres (Dory), Alexander Gould (Nemo), Willem Dafoe (Gill), Brad Garrett, Allison Jannery, Austin Pendleton, Geoffrey Rush (Nigel). Guion: Andrew Stanton, Bob Peterson y David Reynolds.

USA, 2003

 Duración: 101 min.

Género: Animación, aventuras, comedia

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