Crítica:
Público apropiado: Todos
El hada Fawn, la más rebelde, temeraria y cariñosa de la pandilla de Campanilla, entabla amistad con un misterioso y enigmático animal, al que las leyendas denominan La Bestia de Nunca Jamás. Por el contrario, las severas y estrictas hadas guardianas intentan capturar a la criatura, pues la consideran una amenaza grave para la Hondonada de las Hadas. Fawn, Campanilla y el resto de la banda intentarán salvar como sea a su nuevo amigo.
Como en todas las anteriores películas en torno a Campanilla y sus amigas hadas, ésta ofrece una historia imaginativa, muy bien contada por el guión, mejor resuelta por una animación de gran calidad y animante en su elogio de las virtudes básicas y el trabajo en equipo. En este sentido, Steve Loter (Tarzan & Jane) ha conseguido una estupenda película infantil, divertida, entretenida, intensa y sin ninguna salida de tono. Se agradecen también sus mensajes ecologistas y pacifistas, así como el sugerente diseño de la Bestia de Nunca Jamás, en el que se aprecia la influencia, para bien, del maestro japonés Hayao Miyazaki (Mi vecino Totoro, La Princesa Mononoke) y de los estadounidenses Dean DeBlois y Chris Sanders, directores de Lilo & Stitch y Cómo entrenar a tu dragón.