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Capitán América: Civil War

Caratula de "" () - Pantalla 90

Crítica:

Público recomendado: Jóvenes

Aunque el título pueda inducir a la confusión no se trata tanto de la continuación de Capitán América: El soldado de invierno como de la siguiente aventura de los Vengadores tras La era de Ultrón. No obstante, este patriótico militar, fiel a la constitución de su país, tiene bastante protagonismo en una historia que divide en dos grandes bandos al célebre equipo de superhéroes.

La dirección ha correspondido a los hermanos Joe y Anthony Russo que tan bien lo hicieron en la citada obra maestra de género Capitán América: El soldado de invierno, éxito en todo el mundo, aunque en menor medida en España porque tuvo que enfrentarse en esa época al éxito sin precedentes de Ocho apellidos vascos del director Emilio Martínez-Lázaro.

Por lo visto, esta producción pretende ser un puente para prolongar las aventuras de los Vengadores durante dos episodios (Infinity War) más para ser estrenados en 2017 y 2018 respectivamente. Los cineastas explicaron a Cinerama lo que nos íbamos a encontrar en esta comercial película que como muchas del género transmite valores interesantes: “La película habla de temas como la libertad, la responsabilidad moral y el orden civil, y todos los superhéroes que ya conocemos de otras películas parten de buenas intenciones aunque se encuentren en diferentes bandos. Esa es la clave porque la traición es el gran tema”. El trabajo de estos cineastas merece el notable, donde hay espacio para profundizar en el interior de la persona, pero en el que prima la acción un tanto desmedida, si se compara con la novela gráfica. Nos encontramos con unos cuantos golpes humor, incluido el clásico cameo de Stan Lee, que oxigenan unas cuantas escenas que pudieran hacerse más pesadas.

El título de Guerra Civil hace referencia a la novela gráfica homónima, creada por Mark Millar y Steven McNiven, que amablemente ha sido cedida por la editorial Panini para que podemos realizar un análisis comparativo. El cartel de la película y el cómic coinciden en el enfrentamiento entre Tony Stark (Robert Downey Jr.) y Steve Rogers (Chris Evans), que se presenta diametralmente opuesto en muchos aspectos. En el tebeo, el Capitán América aparece tan idealista como siempre, pero más noble y menos obstinado. Sin desvelar absolutamente nada, el previsible combate final se

desencadena por diferentes motivos. Por otra parte, Spiderman tiene cierto protagonismo, aunque en el tebeo se decanta por el bando contrario al de la película, siendo manipulado en ambos por el inteligente Iroman. Como dato curioso, el actor Tom Holland, que hace de Hombre Araña, nos parece demasiado joven para el personaje del que pronto tendremos noticias porque se espera el tercer lanzamiento de la saga de Spiderman, después de una extraña etapa.

La película elimina de un plumazo personajes importantes en la historieta como Los Cuatro fantásticos y, sobre todo, Daredevil que hace un gesto significativo de católico practicante en el que se entrega a la justicia y guarda silencio como hizo Jesucristo, siguiendo su ejemplo y dejando en evidencia a los traidores. Por último, el planteamiento inicial de esta entretenida producción es distinto, puesto que en el cómic, los culpables del incidente con víctimas mortales son unos superhéroes de segunda categoría, mientras que en la cinta este hecho implica directamente a los Vengadores. La corrección política de Hollywood hace que la señora que le recrimina una acción a Tony Stark sea negra, lo que contrasta con la mujer blanca que se puede ver en el cómic.

Como decíamos, el cómic refleja mejor el significado de una traición que en la película aparece un tanto enmascarada. Por otra parte, este trabajo cinematográfico nos permite reflexionar sobre el significado de la acogida, ya que El Centinela de la Libertad trata a Bucky Burnes como si fuera un amigo en apariencia para que éste se sienta cómodo, a pesar de que se siente responsable de su felicidad con gestos que suponen un sacrificio porque le quiere como si fuera su propio hijo.

 

 

 

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