Carmina y amén 
Público recomendado: Adultos
Personal e inclasificable, Paco Leónvuelve a sorprendernos con su nueva película, Carmina y amén, que continúa Carmina o revienta, en la que el director sevillano vuelve a contar con su madre, Carmina Barrios, y su hermanaMaría León como protagonistas, en este filme tragicómico que podría ser iniciador de algo parecido a un realismo mágico andaluz, dada la onírica mirada vitalista del realizador hispalense, también guionista en éste su segundo largometraje.
Más cuajado que el primero, con más urdimbre y compostura de lenguaje cinematográfico, Carmina y amén nos acerca al humor negro sureño (si es verdad que existe o es fruto de una opción escapista de León), en el que Carmina (Carmina Barrios) se “busca la vida” para retrasar la muerte oficial de su marido con la finalidad de cobrar la pensión. Para esto debe convencer a su hija en la ficción y en la vida real, María (María León). A partir de aquí, asistimos a una madeja de situaciones disparatadas, que van deshilando el carácter de Carmina, mujer con mil y una respuestas para la vida, a cual más ingeniosa y original.
Una iluminación convincente para unos encuadres exquisitos sirven vigorosamente para que la fotogenia de Carmina nos consiga hipnotizar y nos conduzca a los momentos más desternillantes que sobrevienen a los más dramáticos, como es la propia muerte repentina de su marido, Antonio (Paco Casaus), el altercado –pistola en mano- con el esposo segurata de una vecina “olvidadiza” o la expulsión de los okupas del comercio de su hija.
Carmina y amén es en cada impacto tan fresca como estrambótica y recoge algunos clichés del carácter andaluz (despreocupado, ligero, afectivo, guasón …) que convive con la tragedia y la fiesta sin solución de continuidad, como sucede en la vida real con la celebración de la Semana Santa y, poco tiempo después, con la Feria de Abril.
De la misma espontaneidad y gracejo de la tierra viven los actores, conducidos por el método dePaco León, en el que, afirma, no hay nada que aquellos deban aprenderse para embutirse en su personaje, porque él se encarga de llevarlos hasta lo que se ha propuesto previamente en el papel. El resultado es contundente en su aparente simplicidad, ya que construye una galería de personajes que encarnan situaciones límite con otras triviales que sorprenden continuamente por sus salidas sincopadas.
Hay alusiones populares a la religiosidad católica andaluza mezcladas con otras propias de la santería; toques sobre la corrupción política actual, encarnados nuevamente en “Barcenillas”, el pájaro de Carmina; incursiones dialécticas sobre liberación sexual y consumo de hachís, fruto de la amistad con la desinhibida “La Catalana” que, como las religiosas, requerirían de un tratamiento más completo y profundo; y un testimonio sentido a favor de los inmigrantes. Todo ello aderezado por el humor y el carácter acogedor de Carmina con el que aborda las circunstancias y personas que la vida la ponen delante.
El resultado es una película que sorprende y engancha con una sencillez desnuda de pretensiones, para la quePaco Leónha montado una promoción inusual en los lanzamientos cinematográficos, como ha sido dispensarla gratuitamente a quienes se acercaron a verla el 29 de abril a alguna de las 100 salas donde se estrenó en España.
A partir de aquí, sólo nos resta esperar otra disparatada ocurrencia del cineasta andaluz para que vuelva pronto en compañía de su familia al completo.
Enrique Chuvieco
Ficha técnica:
Carmina y amén
España. Año: 201
Dirección y guion: Paco León
Interpretación: Carmina Barrios (Carmina), Paco Casaus (Antonio),María León(María), Yolanda Ramos (Yoli), Estefanía de los Santos (Fany), Manolo Solo (doctor), Teresa Casanova (Teresa).
Género: Comedia dramática
Duración: 90 min.