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Cásate conmigo

Caratula de "Cásate conmigo" (2022) - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: +18

Las salas de cine españolas acogieron el pasado viernes, 18 de febrero, el estreno de la tibia comedia romántica Cásate conmigo, dirigida por la guionista estadounidense Kat Coiro (Life Happens, 2011) y que distribuye Universal.

La película sigue las andanzas de la artista musical de fama planetaria, Kat Valdez. Está viviendo el momento más feliz de su vida junto a su chico, el influencer y rockero Bastian. La sofisticada y sexy pareja decide compartir el éxito de su single Marry Me -convertido en el top musical de la temporada- con su séquito de seguidores a través de una mediática boda en directo. Pero poco antes de iniciarse el evento, Kat se entera a través de las RRSS de que Bastian le ha sido infiel. Aun así, decide seguir adelante con todo lo que ya hay programado.

Fallida dramedia musical de Kat Coiro, con gran experiencia en la dirección de series como Colgados en Filadelfia o Muertos para mí, pero con tan solo un largometraje a sus espaldas, el precitado Life Happens, del mismo corte y temática del filme que nos ocupa, que tampoco fue para tirar cohetes.

La cinta se inspira en la novela gráfica y homónima del californiano de 41 años, Bobby Crosby, que se hizo popular en los medios tras publicar vídeos en YouTube donde se le ve jugando a videojuegos de deportes, especialmente de fútbol americano y de beisbol. Después han trabajado con ella los guionistas Harper Dill, John Rogers y Tami Sagher con poca fortuna.

El motivo principal por el que no funciona Cásate conmigo reside, precisamente, en su escritura, trabajada sin entusiasmo y que, en esencia, se dedica a actualizar lo que ya hemos visto en otras historias románticas al uso. En ese sentido, no ofrece ninguna novedad, más allá de pasarse de vueltas con los números musicales por su simplicidad en la irreverencia, los guiños a la ideología de género y el tratamiento excesivo de las redes sociales. Todo este marasmo conduce hacia la nada, dado que en él no hay una autocrítica que ponga negro sobre blanco estas cuestiones.

Sin embargo, hay que reconocer también las virtudes de Cairo, que consigue imprimirle ritmo a la trama -atención a los temas musicales-, sabe muy bien cómo mover la cámara y dirigir a los actores, la película entretiene y, sobre todo, incide en las posibilidades de un amor auténtico por encima de vidas frívolas o vacías. Y este baluarte es su mejor baza. Por fortuna, funcionan muy bien las réplicas de Jennifer López y Owen Wilson, quienes asumen los roles principales, en los que se aprecia su química desde el principio.

En síntesis, podemos concluir que Kat Cairo falla por no ser original, por repetirse, pasarse de vueltas, y por no ofrecer algo genuino, teniendo todos los ingredientes para entregar una historia redonda. Una pena.

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