Crítica.
Público recomendado: +18
Jessica, una joven que acaba de estrenar su mayoría de edad, conoce por casualidad a Danny en un parque de atracciones y, perdón por el juego de palabras, la atracción es mutua. En seguida, Jessica descubre que ha dado con un joven guapo, rico y carismático que trabaja como modelo. Danny, por su parte, está asombrado con la belleza, vitalidad y personalidad de Jessica.
Todo parece bastante idílico, hasta que la cruda realidad nos introduce en un drama romántico donde los protagonistas van encontrando una gran cantidad de obstáculos a los que hacer frente. El anuncio del drama, como en cualquier tragedia, aparece al comienzo de la historia cuando la protagonista nos sitúa en el verano de 1999, momento en el que ella descubre lo “cerca que puede estar el mayor dolor de la mayor felicidad.”
Dirigida por el alemán Tim Trachte, el relato parte de la novela de Jessica Koch, Tan cerca del horizonte, donde la autora cuenta su historia personal, en la que está basada la película. Se trata de un romance que aguanta con dignidad sus casi dos horas de metraje. La historia está llena de giros, tantos que a veces imprimen un ritmo apresurado a la historia, lo que resta cierta verosimilitud a algunos episodios, debido a la imposibilidad de profundizar mínimamente en ellos.
Hay en el film un retrato de una juventud independiente, vertiginosa, crítica, relativista y subjetiva, que se bebe la vida a gran velocidad, y aunque la trama tiene una buen motivo para que así sea (no importa cuanto tiempo ames cuando amas tan profundamente, se lee en el póster de la película), en algunos momentos el ritmo narrativo resulta excesivo.
La producción parece medida para buscar el éxito comercial: unas dosis de sexo, buenas medidas de sentimentalismo aderezado con una música pegadiza, dos protagonistas jóvenes, atractivos e independientes y conflicto, mucho conflicto, que no hay que olvidar que es la esencia del drama, como diría Linda Seger.
El cine es una industria, sin duda, pero las historias apasionantes rezuman verdad, una verdad a la que no llega Cerca del Horizonte precisamente por esa incapacidad de profundizar en algunas de las interesantes temáticas propuestas en su variada y densa narrativa: drogas, enfermedad, conflictos generacionales, independencia, libertad, muerte, abusos, prostitución, prejuicios, exclusión, traumas de infancia, etc., etc.