Crítica
Público recomendado: + 18
Nicolas Vanier (Belle y Sebastián, La escuela de la vida) dirige Champagne! una película coral ambientada en la campiña francesa, concretamente en la región con ese nombre que proporciona denominación al vino espumoso. Allí, en la casa con viñedos de dos de ellas, se encuentran un grupo de amigos de mediana edad con sus parejas para celebrar la despedida de soltero de Patrick, el único que quedaba soltero.
La galería de personajes que aparecen son gente acomodada y progresista, con sus respectivas dosis de desequilibrio y patetismo, que pueden resultar familiares porque son estereotipos que se han representado en otras cintas francesas: una mujer dedicada al negocio del vino que ha perdido el gusto y el olfato y a la que le acaba de dejar el marido; un matrimonio que ha formado una familia con varios niños adoptados; el amigo que necesita ayuda económica para emprender una empresa de abejas; el más adinerado que avala el negocio de vinos de las dueñas de la casa, también casadas; la joven prometida que parece estúpida…
Se trata de una comedia de enredo que ofrece temas como la infidelidad, la soledad, las crisis de la mediana edad y las dificultades para mantener las amistades y el amor a lo largo de los años. No obstante, el tono y la profundidad con la que se presentan son demasiado ligeros. Los amigos se reúnen, beben vino, hablan, discuten y ponen a prueba sus relaciones, pero sin llegar a grandes conclusiones y sin aportar verdaderos momentos dramáticos, melancólicos o desternillantes.
Por todo ello y por su final, Champagne! puede considerarse un film optimista a la par que prácticamente vacío, que pasa desapercibido. No posee las pretensiones ni la trascendencia de otras propuestas que cuentan con elementos comunes (ambientación del vino, los viñedos y las relaciones interpersonales), como la oscarizada Entre copas (Alexandre Payne, 2004) o, más recientemente, Nuestra vida en la Borgoña, (Cédric Klapisch, 2017).
Larissa López