Crítica:
Público recomendado: Todos
Clásico entre los clásicos del género norteamericano por antonomasia en el que uno de sus más genuinos héroes, Randolph Scott, se lució en un papel que le iba como anillo al dedo. Se trata de una película modélica, que responde perfectamente a las códigos y las exigencias del western en cuanto al inmaculado héroe de pasado misterioso o sabedor de un gran secreto, el villano y su banda, la presencia de los indios y la frontera, la imposición de la ley, las persecuciones a caballo, los tiroteos y batallas y el final solvente, lleno de buenas intenciones y sabiduría. Es una muy buena película.