Crítica
Público recomendado: +9
Biopic de Michelle Payne que hizo historia en 2015 al convertirse en la primera mujer Jockey en ganar la famosa “Gran Carrera de Hípica de Melbourne”. La pequeña de diez hermanos y con una caída que casi la deja en silla de ruedas, Michelle consigue con su tesón, pasar de competiciones regionales a las competiciones de primera colocando a su caballo “Principe” en la prácticamente inalcanzable Carrera de Melbourne.
Película amable y agradecida de ver para un público familiar, que encontrará en ella una estupenda historia de superación. Además de luchar contra los estereotipos machistas, deberá luchar contra sus propios fantasmas (la muerte de su madre, la de una hermana y por poco, a suya propia).
La película está dirigida por la directora Rachell Griffiths quien se estrena en la gran pantalla, tras dirigir diversas series de televisión en su pais de origen Australia. Preciosas tomas de atardeceres, ingeniosas transiciones de los planos de los caballos corriendo, secuencias emotivas y arriesgados ángulos en los momentos de mayor tensión, colocando la cámara en lugares difíciles entre los corredores. Todo ello bien planificado y con unas interpretaciones naturalistas que acercan los personajes de Michelle y su padre, Theresa Palmer y Sam Neill, respectivamente.
Uno de los grandes puntales de la película y de Michelle en la vida real será, Stevie, el hermano mayor de Michelle que tiene síndrome de Down y que va a ser interpretado por sí mismo con mucha ternura. Una película en definitiva muy correcta, que no ofrece, ni parece pretenderlo, ninguna sorpresa al espectador. Todo suena a ya visto. Sin embrago funcionará para un amplio público que busca precisamente eso. Ninguna “sorpresa”.