Crítica:
Público recomendado: Todos
Si el periodismo deportivo pasa por un momento convulso no decimos nada nuevo. Que alguien se atreva a plasmarlo en un mundo donde apenas hay espacio a la verdad es admirable. Eso se propuso en su día José Luis Sánchez Maldonado. Así llega Cuero y tinta como una ventana que apenas necesita más voz que la de los propios protagonistas de este escenario periodístico para dar cuenta de cuál es su estado.
El documental, que cuenta con el testimonio de periodistas deportivos de primera fila, hace patente una realidad grisácea: ciertos acontecimientos en el entorno del fútbol han supuesto la casi desaparición de viejos valores por nuevos paradigmas que dejan en entredicho la figura de este periodista especializado.
De final con tintes trágicos y melancólicos, este documento audiovisual dejará en silencio a cualquier persona medianamente sensible con la temática tratada. Analítico y descriptivo, el documental atraviesa la historia del periodismo deportivo y recorre sus tuberías a través de personas de la talla de Alfredo Relaño, José Ramón de la Morena, Manolo Lama, Ramón Besa o Rubén Uría. Sin eludir a la polémica, unos y otros tratan todos aquellos temas de más candencia en la actualidad: periodismo de bufanda, el tratamiento al dopaje, la guerra sociopolítica Madrid-Barcelona, intereses empresariales. El director además logra con algunos entrevistados un hecho único: estar ante los periodistas reales desquitados de su corporativismo habitual.
Queda tiempo en el largometraje para ese otro periodismo humilde y autodidacta, menos vistoso pero tan real como el que está cargado de fama, pues de esta raza es la mayoría de los periodistas en España.
Muy interesante resulta conocer las razones por las que unos y otros se mueven hoy en día en la captación de su audiencia particular. Queda patente en muchos casos la verdadera realidad del actuar cotidiano en el periodismo deportivo. Y no es poco, pues muchas veces el público de a pie no alcanza a entender el fondo de la cuestión.
Cuero y tinta aparece con interrogantes machacones de fondo en todo momento: ¿esto es todo? ¿Tiene remedio? ¿Podrá renacer el periodismo deportivo? Una hora basta para irrumpir en el corazón de un espectador que verá desvelados en el documental la idiosincrasia de un mundo muchas veces sometido a lazos que coartan la libertad.