Crítica:
Público recomendado: Todos
Peplum de los años 50 de la Fox protagonizada por Gregroy Peck que entonces se hallaba en la cima de la primera parte de su larga carrera y que realzó entre El hidalgo de los mares y El mundo en sus manos, dos de los mayores exponentes del cine de aventuras. Este péplum, pese a estar dirigido por Henry King, es demasiado artificial, propio del sistema de estudios de la época, que sin embargo aquí suena a lejano y frío. Interesante adaptación del relato bíblico que se centra más en los amoríos de David que en sus épicos logros. En cualquier caso, es especialmente bella y emocionante la escena final en que David, desesperado, ora postrado de rodillas por el perdón de Dios.