Crítica
Público recomendado: familiar
Pixar vuelve a demostrar con Del revés 2 que sabe hacer secuelas como nadie. Del revés (2015) fue un inmenso éxito en su momento y la compañía del flexo saltarín, inmersa en una crisis desde hace años por intentos fallidos de meter con calzador ideas woke en los guiones, logra salir del embrollo entregando un modélico “más y mejor”.
Regresamos a la mente de Riley, una recién llegada a la adolescencia, justo cuando su sede central está siendo demolida para dar paso a algo totalmente inesperado: ¡nuevas emociones! Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco, que durante mucho tiempo han dirigido una operación exitosa, no están seguros de cómo manejar la llegada de Ansiedad. Y parece que no está sola.
Está claro que lo que funciona, funciona, y en Pixar parece (ojalá siga siendo así) que dan marcha atrás con ese intento hacer parecer “moderna” y “transgresora” a la compañía, el cual no le ha sentado nada bien, véanse los fracasos que han encadenado en los últimos años, sobre todo con Lightyear, que tuvo cifras pésimas. Así que alguien dentro ha debido decir “hasta aquí” y vuelve a meter los ingredientes que realmente hacen grande a la compañía cofundada por Steve Jobs y John Lasseter entre otros: amor a la familia tradicional, respeto por los valores que les llevaron al Olimpo y, como siempre, lo más importante: guion, guion y guion. Se han aplicado el nuevo director Kelsey Mann y la guionista Meg LeFauv.
Esta vez el “más” se ha llevado con éxito a nuevas emociones que aportan varias capas de profundidad muy bien llevadas, con momentos francamente divertidos y otros dramáticos. Se podrá criticar la saturación de personajes, pero se sabe dar a cada uno su importancia y todos tienen su momento clave.
Es cierto que se pierde el factor sorpresa de la primera película, imposible discutirlo, pero se suple no solo con esos nuevos personajes sino con más escenarios que no es plan de desvelar y que, por fortuna, ningún tráiler ha fastidiado.
Queda, por tanto, una fantástica ocasión para ir al cine en familia ya que tantos los más maduros como los más infantes disfrutarán a lo grande, cada uno a su manera. Y que nadie se vaya antes de tiempo: hay una divertida escena poscréditos.
Miguel Soria