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Delicioso

Caratula de "Delicioso" (2021) - Pantalla 90

Crítica

Público recomendado: +16

A principios del siglo XVIII, en los albores de la Revolución Francesa, era impensable imaginar a clérigos, campesinos, nobles y comerciantes comer juntos en un mismo lugar, mezclados entre mesas, y mucho menos elegir el menú, pagando por ello.

Sobre esto especula el delicioso largometraje, un nombre muy apropiado para narrarnos la creación del primer restaurante del mundo. Eric Besnard, director y coguionista de la obra, aborda la lucha de clases y la igualdad, con el telón de fondo de una Francia que empezaba a reclamar la abolición de privilegios de la realeza, el clero y la nobleza y otorgar más derechos al pueblo llano.

La trama se basa en la apertura de la primera casa de comidas del mundo, tal y como las conocemos hoy. Según el Libro Guinness de los Records, el restaurante más antiguo del mundo es Casa Botin, fundada por el francés Jean Botin en Madrid en 1725. Sin embargo, al estar catalogada como hostería, los historiadores apuntan a que fue en Francia donde realmente se fundó el primer restaurante del mundo.

El atrevimiento por mostrar su originalidad culinaria le costó el empleo a Pierre Manceron, reconocido cocinero del Castillo del duque de Chamfort. A partir de ahí, el restaurador comienza un proceso creativo en medio de una difícil situación familiar que le harán sacar lo mejor que lleva dentro: el amor por la buena cocina cuidando los alimentos locales y naturales.

La llegada de Louise, una misteriosa mujer que desea obstinadamente ser su aprendiz, devuelve al chef esta pasión por la cocina y además, será el catalizador del triunfo de Manceron, que se muestra en paralelo a la victoria del pueblo luchador por la igualdad en derechos frente al absolutismo déspota de la época, justo a las puertas de la Revolución.

Deliciosa es también la fotografía, la ambientación y la puesta en escena, con especial mención a los paisajes campestres, el timelapse del paso de las estaciones del año en la preciosa casita rural, y los encantadores bodegones que cierran las sucesivas secuencias.

Aunque de momento no exista el género de cine sobre la gastronomía, recordamos grandes obras como el oscarizado filme El festín de Babette (Gabriel Axel, 1987), la fantástica creación de Pixar Ratatouille (Brad Bird, 2007), precisamente inspirada en el tradicional plato francés, o Vatel (Roland Joffe, 2000), una referencia para el realizador de Delicioso.

En el reparto, dos ganadores del premio César en distintas ocasiones. Gregory Dadebois, que consiguió el galardón como actor secundario por El oficial y el espía, e Isabelle Carré por La historia de Marie Heurtin, ambos fabulosos en sus papeles, acompañados de Benjamin Lavernhe (C’est la vie!) y Guillaume de Tonquédec (Barbacoa de amigos).

Película deliciosa para los sentidos, con la que te lo pasas bien, aprendes y desconectas. A pesar de un pequeño problema de continuidad después de la primera mitad de la cinta, está bien lograda en su conjunto. ¡Disfruten deliciosamente!

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