Destroyer
Movie Details
Crítica
Irreconocible por el maquillaje y por el papel de policía alcohólica y violenta, Nicole Kidman (La seducción, Lion, El editor de libros…) se reinventa en Destroyer, último filme de la directora estadounidense Karyn Kusama (La invitación, Jennifer’s body, Girlfight…).
Erin Bell (Nicole Kidman) es una inspectora que en su juventud se infiltró, junto con otro policía, en una violenta banda de California dedicada a los atracos con gran violencia. Aquellos sucesos causaron trastornos profundos a Bell que vuelven a reproducirse en grado mayor cuando el antiguo cabecilla de los criminales da señales de vida tras salir de la cárcel.
Dirigida por Kusama y con guion de Phil Hay, Matt Manfredi, Kidman se ajusta convincentemente a su personaje de Erin Bell para realizar una actuación de mucho nivel. En el papel, ella tiene una relación tormentosa con su hija adolescente, a la que intenta llegar emocionalmente, siempre con resultados frustrantes por su adicción al alcohol, que su hija la recrimina continuamente. Esta desconexión la marca en el resto de sus relaciones con el “padre” de su hija y compañeros de comisaría.
Su aislamiento la lleva a mostrarse áspera con todos, camorrista y violenta con delincuentes y con la gente que está alrededor. Lo vemos acentuado en el montaje de Kusama que va en continuos flashback (retrospectivas) donde nos muestra sus momentos anteriores de infiltrada en la banda y los actuales, cuyo objetivo es obtener el paradero de Silas (Toby Kebbell: Jess, Ben-Hur, El consejero…), tras enviarle este una prueba de que había vuelto para ajustar cuentas.
Con 120 minutos de metraje, el resultado de Destroyer es más que óptimo por una más que conseguida trabazón de la acción dramática, que refuerza la madurez y buen hacer de Kidman en un personaje con muchas aristas y zonas oscuras (que recuerda al que le dio el Oscar en Las horas), al que ha sabido darle vida la actriz nacida en Honolulu.