Crítica
Público recomendado: (+7)
Olavi Launio, un anciano que regenta una pequeña galería de arte en Helsinki, intenta acabar su vida profesional con un golpe de suerte: quiere encontrar una gran obra de arte con la que hacer un negocio redondo que culmine su carrera como marchante: “solo necesito un último gran negocio. Es todo lo que le pido a la vida”. Las palabras de Olavi serán la premisa de la película, que también incidirán en su vida personal, lastrada por una inexistente relación con su hija y su nieto: su indiferencia hacia los demás resulta dolorosa.
Klaus Härö es un director danés con interesantes historias a sus espaldas: La clase de esgrima (2015), nominada a Mejor película de habla no inglesa en los Globos de Oro, Cartas al padre Jacob (2009), Mother of Mine (2005), The New Man (2007) Elina, As if I Wasn´t There (2002). Con esta entrega añade a su trayectoria una nueva nominación a los Globos de Oro 2020.
La trama principal aborda la investigación sobre el posible autor de un cuadro anónimo que nuestro protagonista sospecha que puede pertenecer a un gran artista danés. Su nieto, a quien se ve obligado a acoger en prácticas en su pequeña galería de arte, le ayudará con las pesquisas sobre el cuadro, lo que causará tensiones entre ellos y también un acercamiento a su única familia: su hija y su nieto.
A Härö le gusta jugar con los reflejos, los silencios y la profundidad de campo, así como componer con movimientos de cámara, actores y objetos, buscando centrar la atención en distintos términos del plano. Muchas de sus escenas resultan de una riqueza visual poderosa y sorprendente. Sabe contar la historia con imágenes, así como lograr un ritmo sencillo y natural, que llega a la maestría en escenas como la de la subasta, donde alcanza una viva tensión gracias a un ajustado pulso y recursos visuales bien escogidos.
La película, que se estrenó en Finlandia en el 2018, llega ahora a España para agrado de los admiradores del director y del público en general. Buen cine para toda la familia, con una interesante trama de investigación, que origina una búsqueda más personal sobre el sentido de la vida y las relaciones familiares. Una historia sencilla, aderezada con una estupenda fotografía y una poderosa interpretación. Pero lo mejor es, sin duda, la relación del protagonista con el cuadro, que no es un cuadro cualquiera, sino un personaje clave en toda la trama.