Crítica:

Público recomendado: a partir de 7 años

Piratas y corsarios se enfrentan por un importante botín de oro proveniente de las colonias de América y que va rumbo a España. Con el fin de lograrlo el cruel Skull le propone a Blackie, el Corsario Negro, una alianza, pero éste prefiere navegar solo.

Quinta de las diecisiete películas protagonizadas por Bud Spencer y Terrence Hill en la que, en lugar de dar vida a los habituales pistoleros del spaghetti western cómico o de las posteriores películas de policías, se centran en la piratería. Su química en la pantalla es obvia y juntos lograron formar una pareja cinematográfica como pocas ha habido. Juntos nublan la evidente carencia de medios del filme que, visto a día de hoy lejos de resultar envejecida le da un tono kitche mágico.

VISIÓN DEL HOMBRE Y TRATAMIENTO DEL HECHO RELIGIOSO

Spencer y Hill interpretan a malvados piratas aunque su maldad, finalmente, se torna en una cierta moral próxima a la redención de sus almas por sus actos. Piratas, a fin de cuentas, con buen corazón.