Crítica
Público recomendado: +18
Vamos a ir al grano con esta película. El Exorcista del Papa dista mucho de ser una buena película. Y ojo, no porque aborde cuestiones teológicamente complejas como una cinta de Marvel sino porque no es una cinta equilibrada. El exorcista del Papa se presenta como una película sería basada, además, en dos libros escritos por Gabriele Amorth, un popular exorcista de la diócesis de Roma. Amorth ha publicado varios libros y nunca ha puesto demasiadas pegas para intervenir en programas de televisión o radio. Según algunas estimaciones Gabriele Amorth podría haber llevado a cabo hasta su muerte en 2016, más de 160.000 exorcismos.
La gran baza de El exorcista del Papa se suponía que era precisamente esto, que el film partiera de una base fidedigna que nos diera a conocer, un poco mejor, cómo funcionan los engranajes del Vaticano y más aún, en una cuestión tan peliaguda como los exorcismos. Sin embargo, casi desde el minuto uno es evidente que estamos en una película completamente distinta. Fundamentalmente porque es un film completamente ajeno a cualquier concepto previo de verosimilitud que además cree que por lanzar dos o tres frases que suenan bien nos va a convencer como película de referencia sobre los exorcismos.
El exorcista del Papa es un topicazo detrás de otro. Un menor, en este caso un niño, para más señas en España, parece estar poseído. Santo Pontífice en persona le encarga el caso a Amorth. Aquello oculta en realidad un viejo enemigo de la Iglesia que como no, está ha tratado de ocultar. Al final gritos, rostros desfigurados, rayos láser, voces roncas, vómitos y alguna que otra explosión. Si en el clímax final de El exorcista del Papa, en vez dos sacerdotes hubiéramos visto al Capitán América y a Thor, quizá la cosa habría quedado mejor. Se lo sigo en serio.
Detrás de este invento está Julius Avery, un director tan impersonal y efectivo como bueno sea el guion que tenga entre manos. Ahí están Son of a Gun (2014), Overlord (2018) y Samaritan (2022) para evidenciarlo. Y sospecho que aquí está el problema real de El exorcista del Papa. Aunque el film tenga como base dos libros de Amorth, hay hasta cinco guionistas acreditados para que convirtieron ese libro en un guion de Hollywood y tante gente metiendo la mano en una misma historia suele ser siempre mala señal. Sobre todo, porque si han llegado a acreditar a cinco personas es que probablemente hubo mucha más gente detrás.
Personalmente, si realmente están interesados en las experiencias del padre Amorth yo les recomendaría leer alguno de sus libros o en todo caso, el documental The Devil and the Father Amorth (2017), dirigida por William Friedkin, mire usted por donde, precisamente, el director de El exorcista (1973).
Ramón Monedero