El gato desaparece
Movie Details
Crítica:
Público recomendado: Jóvenes y Adultos
El director argentino Carlos Sorín, reconocido por el estilo minimalista de su filmografía, se adentra en un género nuevo, el del suspense, sin abandonar los rasgos depurados de su marca.
Beatriz y Luis son un feliz matrimonio de clase media. Tras un episodio de enajenación agresiva en el que Luis hirió a un compañero de trabajo, es ingresado en una clínica neuropsiquiátrica donde se ha recuperado con éxito. Vuelve a casa y Beatriz está feliz pero nerviosa. Todo va bien menos para el gato, que no reconoce a su dueño ¿por qué?
Este curioso psicothriller recuerda a Hitchcock y a Chabrol, pero con el tempo y la lupa de Sorín. Aunque es una película pequeña –o mínima como diría él- tiene muchos momentos brillantes, y numerosos hallazgos de guión y de puesta en escena. Quizá el final hubiera requerido más esfuerzo de concepción.
A pesar de lo cómico de muchos momentos, y de la simpatía que despiertan los personajes –magníficamente interpretados por Luis Luque y Beatriz Spelzini- la película tiene un final fatalista, propio del noir más crepuscular. Aunque es una obra menor dentro del género es interesante ver cómo Sorín se desenvuelve en ese nuevo formato, con eficacia y personalidad. Hasta en una película de suspense sabe primar lo humano por encima de todo.