Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Un nuevo testamento

Caratula de "" () - Pantalla 90

Crítica:

Público recomendado: Adultos

Dios (Benoît Poelvoorde) existe y vive en Bruselas. Es un tipo sucio, tiránico y violento, que maltrata a su resignada esposa (Yolande Moreau) —casi fronteriza— y a su hija pequeña Ea (Pili Groyne), tan rebelde como su hermano mayor, Jesús (David Murgia), que huyó de casa hace años y acabó mal. Dios disfruta haciendo sufrir a los hombres, de modo que les impone absurdas leyes y les envía todo tipo de desastres y desgracias. Hasta que Ea se rebela, envía a todos los seres humanos la fecha de su fallecimiento y se mezcla con ellos. Su objetivo es elegir seis nuevos apóstoles, que se añadan a los doce que eligió su hermano Jesús y con los que pueda escribir un novísimo testamento para un nuevo mundo. Para ello, buscará entre los más desheredados y perseguidos.

Sobre este estúpido (y ofensivo) planteamiento se asienta la nueva película del irregular y poco prolífico cineasta belga Jaco Van Dormael (‘Totó, el héroe’, ‘El octavo día’, ‘Las vidas posibles de Mr. Nobody’), al que le gustan los cuentos morales de tono descarnado y a medio camino entre el hiperrealismo sucio y el surrealismo mágico. Aquí repite la fórmula, con algún que otro acierto formal, pero con paupérrimos resultados narrativos, dramáticos y cómicos. La supuesta irreverencia del guion carece totalmente de gracia, y se limita a dosificar los tópicos negativos más toscos sobre la “cruel” providencia divina que “coarta” la libertad humana, cuya única finalidad sería la satisfacción de los instintos más básicos y carnales, con la ideología de género como punto de referencia y con desagradables escalas en el voyerismo y la zoofilia.

Una memez, por tanto, con cierto vuelo visual, pero irritante por sus histéricas interpretaciones, por su cutre superficialidad respecto a la religión y por su desprecio relativista de la naturaleza humana, con todas sus grandezas y miserias. Aquí no hay verdaderos personajes de carne y hueso, sino monigotes y títeres movidos por las torpes manos de un supuesto experto en agitación y propaganda.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad