Crítica
Público recomendado: +14
El primado de Polonia cuenta la historia del cardenal Wyszynski, sacerdote católico y figura relevante en las relaciones Iglesia-Estado durante el régimen comunista en Polonia. Stefan Wyszynski fue beatificado por el Papa Francisco en el 2021.
La historia arranca en la entonces República Popular de Polonia, en 1953, con el encarcelamiento y la tortura que sufre el arzobispo Antoni Baraniak, que no cede ante sus verdugos, y el arresto domiciliario del cardenal Stefan Wyszinski en el monasterio de Komancza, donde se le presenta en la capilla rezando el rosario de rodillas ante una imagen de la Sagrada Familia. Él tiene claro, y así se lo confiesa a Baraniak, tras la liberación de ambos, que “el destino del comunismo va a decidirse en Polonia” y para ello busca una “renovación moral y espiritual” de la nación ante el milenario del Bautismo de Polonia.
Dirigida por Michał Kondrat, cuyos trabajos más notorios son Dos coronas (2017), que cuenta la historia del padre Maximilian Kolbe, La divina misericordia (2019), sobre santa Faustina Kowalska y la devoción a la Divina Misericordia y Purgatorio (2020), documental que indaga en la realidad más allá de la muerte de la mano de las enseñanzas de la Iglesia.
Interesante y dura película, que muestra el juego de intrigas del régimen comunista para conseguir que la Iglesia católica se pliegue a los intereses del gobierno, mientras trata de amilanar al clero polaco con crueles torturas, un espionaje obsesivo, trampas infames, amenazas y coerciones de todo tipo que buscan anular la libertad de los creyentes.
El cardenal aparece retratado como una persona piadosa, serena y firme ante sus contrincantes, principalmente su opositor Władysław Gomułk, secretario general del Partido Obrero Unificado de Polonia. El cardenal fue una figura imponente y cercana, y así queda reflejado en la película, pero su grandeza solo queda esbozada en una historia que resulta a ratos discursiva.
El diseño de producción es eficaz: todo contribuye a retratar una época y una figura con detalles bien cuidados desde la dirección de fotografía, la producción, el vestuario, peluquería y banda sonora. Son de destacar las interpretaciones de Slawomir Grzymkowski, como cardenal Wyszynski y Adam Ferency, como secretario general del Partido.
Sin duda es una película de gran interés humano, histórico y espiritual, que aborda con acierto y calidad los trabajos del cardenal Wyszynski para proteger a los católicos y preservar la libertad de la Iglesia dentro de un régimen comunista. Una figura clave del siglo XX, amigo personal de San Juan Pablo II y cuya lucha queda resumida en su máxima de “al mal se le vence con el bien y con la verdad”.
Javier Figuero
https://www.youtube.com/watch?v=hTi0SnZLxX4