Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

El vicio del poder

Caratula de ""

Crítica

Estamos ante un singular biopic sobre Dick Cheney, un discreto burócrata de la Administración norteamericana, que acabó convirtiéndose en vicepresidente de los Estados Unidos durante la Presidencia de George W. Bush y en uno de los hombres más poderosos del mundo. Un Christian Bale irreconocible da vida a Cheney, mereciendo por el Globo de Oro como actor. Le da la réplica Amy Adams en el papel de su esposa, Steve Carell en el papel del influyente Donald Rumsfeld y Sam Rockwell interpretando a Bush. Detrás de las cámaras está Adam McKay, que estrenó recientemente La gran apuesta, con casi los mismos actores.

La película es claramente tendenciosa, muy definida contra el Partido Republicano, pero no por ello descartable, ya que su parcialidad se compensa con el interés objetivo de los temas que pone sobre la mesa y la indiscutible verosimilitud de muchas situaciones. Asuntos incómodos como los atentados del 11S y las consecuentes primeras medidas represivas, la Guerra de Irak, y otras decisiones de la Administración Bush Jr. son juzgados con severidad en este film que tiene una vocación muy crítica y sarcástica, con ciertos aires de Michael Moore. También se aborda la hipocresía del poder, por ejemplo con el tema de la homosexualidad.

Por otra parte, el montaje y en general la fórmula narrativa es bastante original y fresco con recursos sorprendentes que rompen la norma de lo establecido. El resultado se inscribe en la galaxia de películas que ofrecen una visión inquietante del Poder, un poder ajeno a límites éticos o a controles asumibles. Una buena película, poliédrica, y que a pesar de su sesgo, da mucho que pensar.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad