Crítica:
Público recomendado: Adultos
A pesar de que los resultados son desiguales y de que en la mayoría de los casos los guiones no están a la altura del reparto, dentro de un Hollywood en el que existe una clara discriminación por edad en cualquiera de los géneros a los que nos refiramos, resulta cuanto menos destacable encontrarnos con una especie de nueva ola de comedias con protagonistas de mayor edad que, irónicamente, “refrescan” la cartelera.
Tal es el caso de las recientes Así nos va, con Diane Keaton y Michael Douglas; la secuela El nuevo exótico Hotel Marigold, con veteranos como Maggie Smith, Judie Dench y Bill Nighy; y, ahora, Elsa & Fred, que cuenta no solo con los ya ancianos Shirley MacLane, y Christopher Plummer, sino también con Josh Brolin y George Seagal.
Elsa & Fred constituye un remake norteamericano de la película argentina del mismo nombre estrenada en 2005 y dirigida por Marcos Carnevale. Ambientada en Nueva Orleans, la historia comienza cuando Fred (Christopher Plummer), un octogenario cascarrabias recién enviudado, se muda a un nuevo edificio obligado por su hija Lydia (Marcia Gay Harden). La vecina de al lado es Elsa (Shirley MacLaine), una alocada y fantasiosa anciana que dice tener 74 años y está obsesionada con la escena en la Fontana de Trevi con Annita Ekberg y Marcello Mastroianni del clásico La Dolce Vita (Federico Fellini, 1960). Elsa se propone contagiar su vitalidad a Fred -cuyo único deseo es estar solo en casa esperando a la muerte- sacándole de su madriguera y contándole historias que nunca parecen ser verdad. Previsiblemente, la pareja acaba declarándose su amor y dando una nueva oportunidad a una vida que, especialmente para Fred, parecía que ya no tenía nada nuevo que ofrecerles.
Obviamente, la idea principal es que nunca es demasiado tarde para enamorarse y el director-coguionista Michael Radford (El cartero y Pablo Neruda, El Mercader de Venecia, Un plan brillante) intenta equilibrar una comedia sobre el envejecimiento con una historia de amor sobre un dúo aparentemente incompatible. Así, aunque Elsa & Fred presente un argumento demasiado simplista y sentimental como para convertirse en un film memorable, las dotes dramáticas de Plummer y MacLaine y de unos estupendos secundarios (los ya nombrados Josh Brolin, y George Seagal, Marcia Gay Harden y también Chris Noth) logran añadir cierto subtexto en torno a la reafirmación de la dignidad de la vida -también en edades avanzadas, con achaques y enfermedades- y a la siempre abierta posibilidad de redención de las personas.