Crítica:
Público recomendado: adultos
En la Vía Láctea es el último film de Emir Kusturica, director serbio que también protagoniza la cinta.
La historia que nos trae es la de un lechero que atraviesa el frente de guerra todos los días para aprovisionar a las tropas; en este contexto, una mujer italiana (Monica Bellucci) aparece y empieza a trastocar sus destinos.
La película se guía por una narrativa muy particular, con un tono que incide en lo cómico y lo dramático al mismo tiempo entremezclándose con tintes absurdos; todo ello unido con imaginarios extraordinarios. Este absurdo puede llegar a desproveer de toda seriedad al relato.
Factores tan dispares como la providencia, elementos sobrenaturales, personajes “juguete”, movidos al son de una flauta, o una presencia constante de la naturaleza que incluye un gran protagonismo animal, se unen en esta cinta de la que cuesta determinar de dónde viene y a dónde va.
En general, En la Vía Láctea es una película con la que arriesgar si se está dispuesto a entrar en un viaje lleno de tintes absurdos y teatrales, que no tienen por qué hacer las delicias siquiera de los amantes de la comedia absurda.