Crítica

 Público recomendado: +16

Del estilo de Babel, Relatos Salvajes o Amores Perros, esta película narra tres historias entrelazadas de personas asfixiadas por diversas circunstancias económicas y personales unidas en un nexo común: el desahucio.

Ópera prima del argentino-español Juan Diego Botto Rota, procedente de un clan de cinéfilos y actores, al que hemos visto actuando en la gran pantalla desde bien jovencito, en clásicos españoles como Si te dicen que caí o Historias del Kronem -entre muchas- alguna incursión en Hollywood, y también en escenarios, siendo galardonado con el Premio Nacional de Teatro en nuestro país en 2021.

Este es su primer guion para largometraje -escrito con su mujer, Olga Rodríguez- y su primera película dirigida, animado por su amiga Penélope Cruz, quien ha participado como productora, además de actriz protagonista.

Todo se desarrolla en 24 horas: una cuenta atrás que crea la tensión perfecta en el espectador mediante diferentes situaciones que atraviesan con angustia los protagonistas. Aunque alguna de las historias no se resuelve de la manera que nos gustaría, el director acentúa el poder de la solidaridad que viven las personas que componen la plataforma ‘Stop Desahucios’, ayudándose unas a otras. De esta manera, Botto les brinda un bonito homenaje a los verdaderos protagonistas de estas historias, que han sido inspiradoras para escribir la película.

Los guionistas hacen hincapié en la fortaleza de las mujeres. Se les retrata como luchadoras, madres, sacrificadas y cabezas de familia en los tres casos. El cineasta cuenta que su intención, más allá de rodar una historia sobre los desahucios, ha sido explorar los conflictos en las relaciones humanas entre seres queridos cuando se ven superadas por problemas económicos.

Botto ha asegurado bien el éxito de su ópera prima con un caballito ganador: Luis Tosar y Penélope Cruz. Dos veteranos de nuestro cine, comprometidos con la causa, no sólo porque lo cuenten en las entrevistas: se percibe en la pantalla esa gran sensibilidad y ese alto respeto por los personajes. Me venía a la cabeza el paralelismo -al menos en propósito- de los “márgenes” de Juan Diego Botto con las “periferias” del Papa Francisco, muy presentes en su pontificado desde el principio, con palabras y con gestos. “La elección de Belén y Nazaret nos dice que la periferia y la marginalidad son preferidas por Dios”, señalaba el Obispo de Roma en la Audiencia General del 17 de noviembre de 2021.

Cierran la obra los créditos en blanco con la canción “En los márgenes” de la cantautora española Rozalén, una artista plenamente sensibilizada con este tipo de causas sociales. En el gremio artístico, así como en cualquier otro: “Cuando las fuerzas se suman para el bien, no suman: multiplican” (Concepción Arenal).