Crítica

Público recomendado: +16

Expediente Warren: Obligado por el demonio se anunció aún cuando no tenía ni director ni guion. A la Warner, responsable de sus derechos, le daba igual quien fuera a dirigirla o no únicamente tenía claro que una tercera entrega de esta franquicia moderadamente barata iba a salir rentable. Y no se equivocaron. Otra cosa es que Expediente Warren: Obligado por el demonio sea buena o mala, ¿qué mas dará eso? Si otras cintas surgidas del universo Warren como Annabell o La monja han funcionado tan bien en taquilla siendo auténticos espantos, insisto, ¿qué importará que las películas sean buenas o malas?

En este sentido, Obligado por el demonio partía de un supuesto que premeditadamente buscaba alejarse de las dos entregas originales tal vez porque sabía que no iban a dar la talla. Mientras Expediente Warren y Expediente Warren 2 se basaban en hechos reales centrados fundamentalmente en casas encantadas, esta última entrega sitúa su atención en otro caso real, aunque algo más difuso. Ahora el elemento maldito no se encuentra recluido en una casa, en un único escenario, sino que camina libremente al aire libre. Esto, que puede parecer una nimiedad es importante a la hora de plantear una cinta de terror porque pasamos de espacios cerrados que podemos controlar y manipular a nuestro antojo a espacios abiertos, mucho más volátiles y bastante más difíciles de corregir si lo que queremos es provocar escenas de terror. Dicho de otro modo. Es más fácil hacer escenas de miedo en un interior localizado que en exteriores y esto es precisamente lo que intenta hacer Obligado por el demonio.

Si a esto le añadimos que James Wan, director de las dos entregas anteriores ya no está en la dirección, era más que probable que el resultado no estuviera a la altura. A Wan lo sustituía Michael Chaves, director de otra forzada prolongación del universo Warren, La llorona, que ni hizo ni deshizo gran cosa.

Al final este Expediente Warren 3 continúa ofreciendo determinados elementos propios de ese concepto tan singular que del cine de horror tiene James Wan pero desde luego, no consigue desarrollarlos como hubiera sido deseable. De este modo, en última instancia la cinta de Chaves es una película de juicios en la que el nombre de Dios y su poder frente al mal ocupa un lugar predominante, pero esto no hace que Obligado por el demonio sea mejor película. Cumple con el expediente dentro de los parámetros del cine de terror más elementales y salva los muebles con dignidad, pero nada más.