Crítica
Público recomendado: Todos
El pasado 2 de julio los cines españoles acogían el estreno de la novena entrega del serial de acción, Fast and furious –ligero y sin pretensiones–, que vuelve a dirigir, y por quinta vez, el cineasta taiwanés de 49 años, Justin Lin. Distribuye en salas Universal. En esta ocasión el punto de partida de esta tibia aventura ha dado un giro. Ahora Dominic Toretto es padre y su prioridad consiste en proteger a su hijo Brian. Junto a su pareja Letty lleva una vida tranquila apartado del mundo. Eso sí, nadie escapa de su pasado y a Dom no le queda otra que hacerle frente.
Los Corleone de la velocidad han vuelto para darle algo de gas a una historia que argumentalmente no ofrece novedades. De esta manera, los populares rostros de aventuras pretéritas, a saber, Michelle Rodríguez, Tyrese Gibson, Chris “Ludacris” Bridges, Jordana Brewster, Nathalie Emmanuel y Sung Kang reaparecen en la historia, a fin de buscarle razones para que la saga siga funcionando, a pesar de su falta de originalidad. Se entiende poco que tras los fracasos de la quinta, séptima y octava propuesta fílmica, aún haya ganas de más. Incluso aunque el componente familiar sea un elemento que oxigene las tramas.
En el caso que nos ocupa, ya no funcionan las dosis de acción a raudales, ni la espectacularidad de algunas de sus escenas, porque ya las hemos visto antes calcadas ocho veces. Además, Fast and furious 9 cuenta con un guion insípido, que no ha sabido colocar en su sitio todos los elementos de los que disponía. Ello ha llevado a que estructuralmente el filme se pierda por momentos, por no hablar de los problemas con el lenguaje -diálogos y vocabulario-, y su llamativa repetición del apellido Toretto. Tal vez la secuela no haya asumido la pérdida de Paul Walker, que falleció durante el rodaje de la séptima película, dado el interés que tienen los productores de recordarlo a menudo.
Sin embargo, Fast and furious 9, que tiene todos los méritos para ser un fiasco, ha funcionado muy bien en taquilla. De hecho, registró el mejor sábado de estreno del año acumulando más de €1,8M. Buena parte de este resultado es asunto de la potente campaña de publicidad que ha conseguido seducir al respetable y de nuevo ha llenado los cines. Así las cosas, vuelve a confirmarse el éxito de la saga, a pesar de todas sus deficiencias, cuyo producto, previsible y honesto, seguirá prodigándose en el futuro sin despeinarse.