Crítica:
Bellísimo biopic sobre san Francisco de Asís dirigido por el maestro Michael Curtiz no demasiado conocido en una carrera en la que destacaron Casablanca, Robín de los Bosques o Sinhué, el egipcio. Es muy fiel a la vida del santo, aunque peca de falta de realismo y exceso de impostura pese a ser una película del año 61.