Crítica
Público recomendado: +12
Fanny Liatard y Jérémy Trouilh son una pareja de jóvenes directores que llevan años trabajando juntos. Gagarine es su ópera prima, su primer largometraje, después de haber dirigido en conjunto varios trabajos, entre los que se incluyen los cortometrajes Gagarine (2015) y Perro azul (2018).
Gagarine cuenta la historia de un joven, Yuri, que vive en el bloque de viviendas de protección social llamado Torres Gagarín en un suburbio obrero al sudeste de París, Irvy-sur-Seine, baluarte del Partido Comunista de Francia desde la década de 1920. Yuri se niega a abandonar ese gran edificio de ladrillos rojos, a pesar de la orden de demolición, pues es el lugar donde ha crecido y vivido junto a su familia y vecinos.
El bloque de viviendas, con sus casi 400 apartamentos, construido al estilo soviético, suponía para muchos de los obreros de la época una clara mejora de las condiciones de vida en el suburbio de París, con “lujos” desconocidos para las clases más humildes, como un ascensor o un baño. Además, la comunidad vivía, como refleja la película, una rica, afable y solidaria vida compartida, llena de momentos entrañables.
De hecho, lo directores decidieron convertir la historia en un largometraje porque aquel cortometraje que estrenaron en 2015 se quedaba muy corto para toda la riqueza de historias que conocieron entrevistando a vecinos de los apartamentos de las Torres Gagarín, así como por su deseo de profundizar en la implicación y el compromiso del protagonista con aquella emblemática edificación, que finalmente ha dejado de existir tras su derribo y desmantelamiento a lo largo de casi un año y medio desde agosto de 2019.
El protagonista, Yuri, es un admirador del primer cosmonauta de la historia, el ruso Yuri Gagarín, que viajó al espacio el 12 de abril de 1961. El astronauta inspira la lucha del joven parisino contra la demolición del edificio con el que se siente tan comprometido. De hecho, el bloque de viviendas debe su nombre al legendario cosmonauta, Yuri Gagarín, quien fue invitado y viajó a París para inaugurar la edificación social en junio de 1963.
La película, de gran riqueza visual, profundiza en varias temáticas con acierto e interés: la familia, la comunidad, la pertenencia, la amistad, el amor, la lucha social, la degradación social y la historia del primer hombre que viajó al espacio. A pesar de la variedad de temáticas, los jóvenes directores franceses, atinan al construir una historia alrededor de este joven héroe social que se resiste a abandonar el edificio en el que ha crecido.
Una historia muy interesante, llena de realismo mágico, sobre el emblemático edificio de viviendas Gagarín, iniciativa del partido comunista, que indaga más en el alma del lugar que en su realidad material.