Crítica

Público recomendado: Jóvenes/Adultos

Allá por 1991 una película nos hizo vibrar porque reflejó las cosas que de verdad importan: A propósito de Henry, con Harrison Ford y Annette Bening, ambos pletóricos, que facturó Mike Nichols con guion de J.J. Abrams. La fórmula se repitió con filmes de varias nacionalidades y ahora nos llega Háblame de ti, de Hervé Mimran (Como hermanos, Nous York, Todo brilla…), coguionista también junto a Hélène Fillières, que llevan al cine un libro de Christian Streiff.

Alain (Fabrice Luchini: El juez, Primavera en Normandia, Moliere en bicicleta…) es un directivo estrella, un encantador de serpientes hablando y, al mismo tiempo, alguien que nunca da las gracias. Su vida es trabajar, trabajar y trabajar, y la familia, su hija (Rebecca Marder: La redada, Ceci est mon corps…), la tiene aparcada. El estrés que lleva cristaliza un día en un derrame cerebral que frena su carrera profesional y que le causa, entre otras disfunciones, el olvido de las palabras y, por tanto, la necesidad de aprender de nuevo. En su rehabilitación contará con la logopeda Jeanne (Leïla Bekhti: Carnivoros, Antes del frío invierno, Una vida mejor…). Con trabajo y paciencia, ella le introducirá en una nueva vida.

Una buena parte de situaciones cómicas se producen cuando Alain verbaliza distintas cuestiones que nadie entiende, porque cambia o se ha olvidado de construir frases inteligibles. Con todo, tiene el apoyo de Jeanne, la única que sabe descifrar sus frases y, ocasionalmente, también con un enfermero del hospital (Igor Gotesman: Five, Edmond...) que le lleva corriendo (¿?) por los pasillos en silla de ruedas hasta la consulta de la logopeda.

Al guion le sobra rapidez para mostrarnos los avances portentosos de Alain en la asunción de su discapacidad y, lo más importante, en que experimenta un cambio humano con relación a su anterior postura prepotente y despreciativa hacia los demás. Por eso no parece creíble que su despido y su nueva situación no le produzcan ningún tipo de conflicto interior. En definitiva que de “tiburón” pase a “pescaito”.

Con sus amnesias y despistes, crecerá y se afianzará la relación con su hija, pero uno de sus olvidos le llevará a una lejanía puntual que ambos superarán haciendo el Camino de Santiago (por cierto, el director y coguionista nos mostrará bellos paisajes del recorrido de padre e hija, sin que aparezca su llegada a la tumba del Apóstol).

Con todo, Háblame de ti es una comedia con apuntes dramáticos y una propuesta optimista ante la vida, pues plantea que la felicidad está en las cosas cotidianas y en estrechar los lazos de amor y afecto con las personas que nos rodean, aunque sea acelerando el recorrido personal del cambio que precisa.  Con la que citábamos al principio, A propósito de Henry, le iría a la zaga en este sentido, cuestión que tampoco es obstáculo para verla y sacarle partido.