Crítica:
Público recomendado: Mayores de 7 años
Película de espionaje, subgénero nacido en plena Guerra Fría al albor de las cintas de 007 y que contó con uno de los más destacados actores del momento: Michal Caine. Éste, además, representa un nuevo tipo e personaje nacido en aquéllos años y es el del espía entregado totalmente a su trabajo sin capacidad de desarrollar una vida personal y que, sin embargo, alberga un gran mundo interior, atormentado y solitario. Interesante película sobre el contraespionaje y todo lo que implica la mentira, la búsqueda de la verdad y la soledad de quienes han renunciado a su vida personal en aras de su trabajo por su país. En este caso, la desolación del espía pasa por su ausencia total de referencias morales que sólo parecen trastocarse cuando conoce el amor.